Un millar de mujeres, entre ellas 130 extranjeras, han sido 'rescatadas' de redes de trata de personas en Perú este año, pero expertos independientes han comenzado a cuestionar los logros de esta cruzada y algunos métodos empleados.
Las autoridades dicen que la mayoría de las víctimas son mujeres adultas y adolescentes que terminan ejerciendo la prostitución, por lo que enfocan su labor en redadas a bares y clubes nocturnos, en virtud de una ley dictada hace 10 años.
Los tratantes 'disfrazan el delito haciéndolo atractivo mediante el trabajo de ‘azafata’, anfitriona (de un bar) a fin de atraerlas para explotarlas en el trabajo y luego terminan en la prostitución', dijo esta semana el ministro del Interior, Mauro Medina, a corresponsales extranjeros.
El problema es mayor en Lima y en la región amazónica de Madre de Dios, la capital de la minería ilegal de Perú, donde muchas jóvenes peruanas y bolivianas son atraídas para trabajar de 'azafatas'.
Según Naciones Unidas, la trata de personas 'es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y el sexo'. La Organización Internacional del Trabajo estima que en el mundo hay 21 millones de personas que sufren explotación laboral y sexual.
Un 70% de las víctimas son mujeres y niñas, según el Informe Mundial sobre la Trata de Personas, elaborado en 2016 por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito.
El ministro Medina dijo que este año han sido rescatadas de la trata 1.077 mujeres en Perú, de ellas 130 extranjeras, en su mayoría bolivianas.
Por su parte, la fiscal Romero explicó: 'Éste es un operativo de prevención y sensibilización, pero un poco diferente a lo que siempre hacemos, porque esta vez el objetivo no ha sido la víctima sino los potenciales agresores o tratantes'.
Reparaciones irrisorias
Sin embargo, tres expertos independientes convocados por la privada Universidad del Pacífico, afirmaron que los esfuerzos contra la trata de personas son insuficientes en Perú, pues no aseguran una reparación adecuada ni protección duradera a las víctimas.
También criticaron la falta de tribunales especializados en trata, como hay en la fiscalía y la policía.
El profesor de derecho penal José Antonio Caro lamentó que haya 'tribunales que imponen (al tratante) una reparación civil de apenas 1.500 ó 2.000 soles para la víctima' (entre 450 y 600 dólares).
Asimismo, criticó que fuera absuelta la dueña de un bar que explotaba a una muchacha de 14 años, obligándola a trabajar 14 horas diarias.