La activista colombiana Ana María Archila y un grupo de mujeres confrontaron en un ascensor al senador republicano Jeff Flake y terminaron incidiendo en su decisión final frente al caso Kavanaugh en la Comisión Judicial del Senado en los Estados Unidos.
Los miembros del comité votaron estrictamente por partidos: los 11 republicanos respaldaron al candidato de Trump y los 10 demócratas votaron en contra de Kavanaugh, cuya nominación será ahora evaluada por la plenaria del Senado, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría de 51-49.
Pero en una dramática jugada de último minuto, un republicano clave, Jeff Flake, pidió que el voto final se retrase hasta que se realice una investigación policial sobre las acusaciones contra el juez.
'Este país está siendo destrozado', dijo Flake, crítico de Trump y quien se está retirando del Senado. 'Y tenemos que asegurarnos de que sigamos el debido proceso aquí', agregó. Él antes había dejado conocer en un comunicado su intención de votar a favor de Kavanaugh, acusado de abuso sexual por tres mujeres .
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A su llegada al recinto el senador fue abordado por un grupo de mujeres, y una de ellas le gritó: 'Míreme a los ojos, no mire para otro lado. A mi me violaron. Va usted a permitir que una persona así llegue a uno de los puestos más poderosos del país. Hablamos del futuro de nuestro país, señor'. Y cuando Flake ingresó al ascensor del Capitolio en compañía de dos mujeres, y antes de que se cerrara la puerta, apareció de manera sorpresiva Archila, lo que fue captado de inmediato por algunas cámaras de televisión.
'El lunes yo me paré alfrente de su oficina y le comenté mi caso de abuso sexual. Únicamente le dije porque yo reconozco que la historia de Christine Blasey Ford es totalmente real y que ella está diciendo la verdad', le dijo Ana María señalándole con el dedo mientras le recriminaba.
'Lo que usted está haciendo es permitir que alguien que violó a una mujer se siente en la Corte Suprema. Esto no es tolerable, usted tiene una familia e hijos, tiene que pensar en sus hijos también. Yo tengo dos hijos, yo no me podría imaginar que ellos dentro de los próximos 50 años van a tener a alguien en la Corte Suprema que fue acusado de violación sexual', continuó la colombiana.
La crítica de la mujer se intensificó y su duro reclamo continuó: 'Usted le está permitiendo a alguien que no está dispuesto a tomar responsabilidad de sus propias acciones, que no está dispuesto a soportar el dolor que le ha hecho a una mujer, de hecho a tres mujeres, que no lo repare'.
Mientras la suramericana, que llegó a la edad de 17 años a Estados Unidos, confrontaba a Flake, este permanecía en silencio.
El senador, simplemente, le acentuó con la cabeza en manera de respuesta. 'Sí, muchas gracias, muchas gracias'.
Pero Archila le contestó bruscamente: 'No, no es gracias'. Y añadió: 'Usted podría volverse un héroe con su decisión, usted puede terminar siendo un héroe. Piénselo'.
Horas más tarde, luego de que se conoció que Flake dejó en manos del FBI el futuro de Kavanaugh, Archila, en una entrevista con Directo USA, manifestó 'Sé que nuestras historias pueden cambiar las mentes de los otros'.
Trump da el visto bueno
Bajo una creciente presión dentro de las filas republicanas, Donald Trump ordenó el viernes una investigación del FBI sobre su candidato a la Corte Suprema de Estados Unidos, acusado de agresión sexual, aplazando una esperada votación del Senado sobre la confirmación del juez Brett Kavanaugh.
'He ordenado al FBI que realice una investigación complementaria para actualizar el expediente del juez Kavanaugh. Tal como lo solicitó el Senado, esta actualización debe ser de un alcance limitado y debe completarse en menos de una semana', dijo Trump.
¿Quién es Ana María Archila?
Según su biografía publicada en la página web de la organización que lidera ‘populardemocracy.org’, Ana María es una migrante colombiana que llegó a Estados Unidos a los 17 años.
Así mismo, durante más de 13 años estuvo a cargo del Centro Latinoamericano de Integración y ayudó a construir una organización que se convierta en una poderosa fuerza para el cambio de los derechos de los migrantes en Nueva York y en todo el país.
Posteriormente, en 2014, constituyó la organización ‘Centro para la Democracia Popular’ y ayudó a construir una de las redes de organización comunitaria más grandes del país, con 45 organizaciones afiliadas en 32 estados.





















