Para unos se trató de una imposición de criterios. Otros no descartan que se haya tratado de una idea para enaltecer la cuestionada popularidad del actual mandatario. De cualquier modo, el gas de los antimotines y el estruendo de la revuelta social se escuchó a lo largo de esta semana con un marcado tono de agitación en las calles de La Paz, en Bolivia, que este miércoles vio cómo un intento de golpe militar -fracasado por diversas causas- tuvo lugar sin cosechar éxito en las manos del ahora excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga.