Los tradicionalistas hindúes bloqueaban el jueves el acceso de las mujeres al gran templo hindú de Kerala, en el sur de India, en el segundo día de una tensa confrontación para aplicar una decisión de justicia.
El Tribunal Supremo indio revocó el mes pasado una vieja prohibición que impide que las mujeres que puedan tener la menstruación, es decir, entre 10 y 50 años, entren en el templo hindú de Ayyappa, en Sabarimala.
Pero aunque el miércoles se reabrieron las puertas del santuario, por primera vez desde el juicio, cientos de manifestantes impidieron que las mujeres de esta categoría de edad entraran. Se produjeron altercados entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
A pesar de la protección policial a su alrededor, las mujeres que intentaban subir al templo tuvieron que dar media vuelta. El santuario se encuentra en lo alto de una colina, a varias horas a pie.
Las periodistas que fueron a cubrir el suceso también fueron increpadas.
El jueves, el ambiente en el templo era tranquilo y festivo. Ninguna mujer de entre 10 y 50 años no figuraba entre los miles de peregrinos que hacían cola para entrar, constató la AFP.
'Venimos aquí desde nuestra infancia y entendemos la rica tradición que arrastra. Las mujeres están autorizadas a ir a todas partes, a todos los otros templos. Esto no se hace aquí por una buena razón', dijo Sundaravadana, con el torso desnudo y una pancarta en la que se podía leer 'Salvad Sabarimala'.
La situación seguía tensa sin embargo en el resto de la zona. El miércoles por la noche, organizaciones hindúes locales hicieron un llamado para una huelga general de 12 horas y amenazaron a quienes no la respeten.