Singapur es una isla de 640 kilómetros cuadrados que busca convertirse en el país más inteligente del mundo. El Gobierno de este país anunció en días pasados que están desarrollando un proyecto con el fin de que las personas que lo visiten sientan la sensación de ver el futuro en marcha.
Una nación líder en educación, esta pequeña isla cuando nació contaba con pocos recursos naturales, no obstante, con el paso de las décadas, acabó transformándose y reinventándose hasta convertirse en un milagro económico y en un modelo global de éxito y de innovación.
Este país soberano insular de Asia, formado por 63 islas y con un gobierno que lleva más de 50 años en el poder, sueña además con ser el pionero en desarrollo digital. Es por esto que le han apostado a la Big Data, la inteligencia artificial y la realidad virtual.
El éxito académico que tiene este país lo ha ayudado a convertirse en una economía floreciente, y la manera en que ha construido su sistema de educación puede contener lecciones para el resto del mundo.
'Hay muchas ciudades inteligentes, pero solo una nación inteligente. La gente visitará Singapur y dirá: he visto el futuro y funciona', sostiene el ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan.
La importancia de la educación en la isla es inculcada desde una edad temprana, incluso antes de que los niños asistan a la escuela primaria. 'Pienso que los primeros años de la vida de un niño son muy importantes. Así que cuando tienes un niño muy seguro, esa seguridad que él tiene en sí mismo lo llevará a través de la escuela primaria también. No solo quieres un niño que sea inteligente, quieres un niño que sea resistente', dijo Diana Ong, directora de Pat's Schoolhouse Sembawang Country Club, un preescolar en el norte de Singapur.
La enseñanza se basa en que el docente transmita los conocimientos y procedimientos, preparando a los estudiantes para cada uno de los exámenes. Para ello, se trabaja con libros de texto, hojas de trabajo, ejemplos trabajados y un montón de ejercicios y prácticas. Asimismo se enfatizan fuertemente en el dominio de procedimientos específicos y la capacidad de representar problemas claramente, especialmente en matemáticas.
No obstante, vale recordar que el sistema educativo en Singapur se encuentra en pleno proceso de evolución. El objetivo principal es ofrecer a los estudiantes diversas opciones para que puedan elegir las que más se ajustan a sus intereses y a su forma de aprender. Las escuelas pueden adoptar diferentes programas u ofrecer distintas asignaturas de libre elección, y existen centros independientes especializados en áreas concretas, como matemáticas o ciencia y la tecnología, arte o deportes.
Además, se espera que los estudiantes pueden avanzar niveles o cambiar de curso según su ritmo y sus cualidades. Se busca así que el aprendizaje sea integral, los estudiantes se impliquen en el proceso, descubran sus talentos y desarrollen sus habilidades al máximo, tanto en el ámbito estrictamente académico como en el artístico o el deportivo.