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El pasaporte certificará que el pasajero no tiene coronavirus habilitando la posibilidad de embarcar sin hacer los controles de salud nuevamente en el aeropuerto.

Aunque por el momento no hay vuelos comerciales, ya se trabaja desde la Organización Mundial del Turismo (OMT) buscando mecanismos para que el regreso a la actividad cuente con las medidas de seguridad sanitaria que les permitan operar.

Además de los protocolos en los que trabajan los diferentes sectores turísticos, el organismo está desarrollando una aplicación que sería un 'pasaporte de salud' que los pasajeros deberán mostrar antes de embarcar.

Será un pasaporte digital, donde cada pasajero, previo al viaje, se realizará un estudio en un laboratorio o centro médico autorizado, que certifique que no tiene coronavirus y que le permitirá embarcar de manera segura.

'Estamos trabajando con una solución española que se llama HI+Card. La idea es que antes de viajar uno vaya a un laboratorio, o a su hospital de consulta, se hago un certificado que no tiene COVID-19. Luego los institutos de salud subirán la información a una plataforma con red de blockchain, a la que estarán conectados', explicó la líder en innovación y transformación digital de la Organización Mundial del Turismo, Natalia Bayona.

Bayona aseguró que no se trata de un pasaporte de inmunidad ya que 'sería algo imposible, porque nadie puede garantizar hoy, sin una vacuna, que alguien que ya haya tenido coronavirus no pueda volver a contagiarse y contagiar a los demás'.

Su uso

Cuando una persona compre un pasaje, la plataforma de la aerolínea le preguntará si tiene el certificado de COVID-19 y si autoriza a compartir los datos.

Automáticamente se sincroniza la información con la plataforma de la red digital donde los institutos de salud van a estar conectados. El certificado se tiene que emitir 10 días antes del viaje.

El pasajero recibirá una especie de boarding pass digital en la aplicación de su celular, que deberá presentar en el aeropuerto.

Desde la OMT adelantaron que en julio se realizará una prueba piloto en las Islas Canarias para comenzar a probar su efectividad.