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El embarazo es una de las etapas más deseadas por muchas mujeres que sueñan con tener un bebé. Muchas preparan su cuerpo para recibir al nuevo ser, y están al pendiente de cambio en su ciclo menstrual para saber si ya las visitó la cigüeña; sin embargo, en muchos casos, otras mujeres reciben la noticia de formas muy desafortunadas.

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Este es el caso de Destiny Stephens-Coull, quien se enteró que estaba embarazada de una manera muy inusual. La joven de 18 años se encontraba en su lugar de trabajo cuando experimentó fuertes dolores que la llevaron a pedir ayuda a sus compañeros.

De acuerdo con medios internacionales, Destiny Stephens-Coull estaba trabajando medio turno en Nando’s, un restaurante especializado en parrilla portuguesa y comidas rápidas, cuando presentó fuertes dolores que asoció con los que sufre durante su periodo, y abundante sangrado.

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“Los baños eran como la escena de un crimen: había sangre por todas partes”, comentó Destiny Stephens-Coull a ‘Daily Mail’.

Debido a la cantidad de sangre perdida, la mujer se desmayó y fue enviada hasta un centro asistencial, donde le realizaron varias transfusiones. Tras varios minutos inconsciente, las enfermeras le preguntaron si estaba embarazada, a lo que contestó que no.

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La mujer descartaba la opción de estar embarazada pues no había subido de peso, su vientre estaba plano, su menstruación le llegaba con normalidad, y no presentaba síntomas claves en el embarazo como vómitos y los tradicionales antojos.

“De repente una enfermera que estaba a mi lado me dijo que estaba embarazada. Simplemente dije: ‘No hay manera, salí a la discoteca el fin de semana pasado’, afirmó para ‘The Sun’.

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El pequeño, llamado Kingsley, nació ese mismo día, a los seis meses de gestación, y pesó tres libras y una onza. Tras el parto, el bebé debió ser intervenido quirúrgicamente, pues presentaba dos hemorragias cerebrales, hidrocefalia e ictericia.

“Cuando lo vi por primera vez, pensé que era lindo, pero no me sentí como una madre. Tenía demasiado miedo para contárselo a mi madre, así que la partera tuvo que darle la noticia”, expresó.

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Tras dos años del acontecimiento que cambio su vida, Destiny Stephens-Coull relató que: “Nunca planeé tener un hijo y pensé que me juzgarían porque soy muy joven, pero todos me han apoyado mucho. Estoy muy feliz, Kingsley se está convirtiendo en un niño muy amable y afectuoso”.