Agencias locales que colaboran con la DEA interceptaron legalmente al general (r) de la Policía Nacional Mauricio Santoyo Velasco, exjefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe Vélez, para establecer sus supuestos nexos con grupos de narcotraficantes y paramilitares.
El seguimiento contra el cuestionado ex alto oficial fue llevado a cabo durante meses en una misión de inteligencia que tenía como propósito entregar cintas e informes al ente antidrogas estadounidense para respaldar el proceso que se le sigue en la Corte Este de Virginia.
De hecho, según medios de comunicación capitalinos, las interceptaciones fueron definitivas para que se procediera a ordenar la captura del exjefe de seguridad del anterior Presidente colombiano.
Así mismo, se reveló que Santoyo fue contactado por las autoridades norteamericanas hace meses para que declarara en contra de otros cómplices en el tráfico de drogas, pero nunca llegó una contestación del uniformado en retiro.
De otro lado, se supo que la defensa de Santoyo analiza una probable entrega del general retirado, para evitar ser capturado y, posteriormente, extraditado.
Igualmente, el embajador de los EU en Colombia, Peter McKinley, aseguró que hasta el momento no ha recibido ninguna orden para solicitar en extradición al general de la Policía.