La Unidad Nacional para la Extinción del Derecho de Dominio y contra el Lavado de Activos de la Fiscalía General de la Nación planteó algunos reproches acerca del manejo que se hizo sobre un terreno en el sector de El Salitre, en Bogotá, en el cual se construyó un centro comercial.
Al respecto, durante el interrogatorio realizado al empresario barranquillero Ricardo Jaar se cuestionó el origen de los recursos con los cuales fuera financiado ese proyecto. Jaar aseguró que no tiene sociedades comerciales con testaferros del exlíder del cartel del Norte del Valle Carlos Alberto Rentería Mantilla, alias Beto Rentería, durante el juicio que se le sigue por concierto para delinquir y lavado de activos.
Durante el interrogatorio hecho por la Fiscalía, el comerciante dijo que la compra del terreno del citado lote en El Salitre se hizo con las utilidades de los almacenes Casa Estrella de Unicentro, Galerías y otros del Grupo Barranquilla. Además, allí también fue vinculado el dinero recibido por el pago de un millonario siniestro por parte de una aseguradora, enfatizó Jaar.
En el mismo proceso son judicializados Armando Jacobo Jaar Jassir, Moisés Abdal Saieh Muvdi, Carlos Ernesto Saieh Jamis y Lubin Bohada Avila, capturados en junio de 2006 por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en Cali y Barranquilla.
Para la Fiscalía resulta increíble que la mayoría de empresas usadas para lavar dinero fueron constituidas en 1991 y que los representantes legales y accionistas por más de 16 años desconocieran las actividades a las que se dedicaba la familia Grajales Lemos.
Jaar justificó el envío de capital fuera del país mediante la compra de una empresa en Aruba a la cual fueron girados activos como manera de evitar la delincuencia, en una época en la que se incrementó en más de 3 mil secuestros y las extorsiones al año en Colombia.