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La Fiscalía formuló la imputación de cargos contra Salvatore Mancuso, antiguo alto mando paramilitar extraditado en Estados Unidos, por los delitos cometidos en 650 casos de homicidio, desplazamiento forzado, tortura y destrucción y apropiación de bienes, entre otros.

La Fiscalía informó en un comunicado del resultado de la audiencia de imputación celebrada en el Tribunal Superior de Justicia y Paz de Bucaramanga (Santander, noreste) contra el exjefe paramilitar.

Durante la sesión, el magistrado documentó el modus operandi de los miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la comisión de los delitos que dejaron unas 4.000 víctimas.

Mancuso compareció en la audiencia a través de una videoconferencia desde la prisión estadounidense de Warsaw (Virginia) en la que se encuentra recluido desde que fue extraditado a EEUU en 2008, dos años después de la disolución de las AUC tras un proceso de diálogo con las autoridades.

El antiguo alto mando pidió perdón a las víctimas de los hechos cometidos por los grupos paramilitares 'fundados en una justicia divina, solicitando retroceder el tiempo para no haber caído en ese círculo de violencia y de auto protección que nos llevaron a cometer todos los actos de barbarie conocidos a nivel nacional'.

'Actos por los cuales estamos arrepentidos y comprometidos a pagar las penas dentro del proceso de Justicia y Paz (el marco jurídico que reguló la desmovilización desde 2005). Es tiempo de paz, de perdón y reconciliación, de trabajar de la mano de las mismas víctimas a fin de no cometer actos de repetición', señaló Mancuso.

En su intervención también pidió que las víctimas de las unidades que él comandó, los Bloques Córdoba, Norte, Catatumbo y Héroes de los Montes de María, participen en un acto de perdón, reconciliación, reinserción y reparación con otros afectados por la violencia paramilitar en el país.

Mancuso, ganadero de ascendencia italiana, fue entregado a EEUU, junto a otros doce exjefes de las AUC, todos ellos reclamados por narcotráfico, lavado de activos y financiación al terrorismo y después de que las autoridades colombianas les reclamaran reiteradamente cooperar en el proceso de reparación de sus víctimas.

Otra vez capturan a expara. Ayer también se conoció de la captura del exparamilitar Óscar Mario Galvis, alias Pantera, quien en junio pasado protagonizó una fuga de presos durante un ataque a una caravana del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

La Unidad contra Bandas Criminales de la Fiscalía detuvo al prófugo de la justicia cuando se hallaba escondido en una casa de la vereda El Guadual, zona rural del municipio de Arboletes, Antioquia, indicó el director de la Policía, general Rodolfo Palomino.

El alto oficial señaló que Pantera participó en 12 masacres, entre ellas las de Nechí (2009) y la de Montelíbano (2011) y se le considera responsable del 60% de los 500 homicidios ocurridos en los últimos años en la zona del Bajo Cauca Antioqueño.

Precisamente, las autoridades identifican a alias Pantera como el responsable de la banda los Rastrojos, tras la muerte del anterior jefe, Ángel de Jesús Pacheco, alias Sebastián, ocurrida el 25 de julio de 2011.

Al parecer, Galvis, de 32 años de edad, perteneció al Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y tras la desmovilización de ese grupo paramilitar pasó a integrar la banda narcoparamilitar de los Rastrojos, la segunda más grande del país.

Alias Pantera fue detenido por primera vez en 2009, pero un juez lo dejó libre un año después por un mal procedimiento judicial, pero después comenzó una campaña que se saldó con la primera recaptura de Galvis, el 4 de mayo de 2011, en medio de un cruce de disparos que le dejaron malherido.