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Luego de que se conociera que la Corte Suprema de Justicia ha aseverado que los exparamilitares Salvatore Mancuso y Úber Bánquez, alias Juancho Dique, habrían cambiado sus versiones -transmutando nombres y omitiendo menciones en reuniones comprometedoras - para favorecer a la senadora sincelejana Piedad Zuccardi, acusada por parapolítica, su defensa asegura que el alto tribunal 'ha querido manipular este caso'.

Rosalín Orozco, una de las abogadas tanto de Zuccardi como de su esposo, Juan José García –condenado por corrupción y objeto de pesquisas de la Corte por similares hechos a los que pesan contra su cónyuge–, aseguró a EL HERALDO que 'nada de lo que ha dicho la Corte en su escrito de acusación y resolución de medida de aseguramiento ha sido cierto: ha habido una tergiversación del testigo y el testimonio, porque a pesar de que los testigos dicen una cosa, se consigna otra en los documentos de la Corte'.

Añadió la jurista que este tipo de hechos se han denunciado ante la Unión Interparlamentaria, que decidió intervenir. Según la jurista sería el segundo caso en el país en que el ente decide enviar a un observador internacional, por 'las irregularidades que ha omitido la Corte y en que ha seguido persistiendo'.

En el escrito de acusación, según publica El Espectador, se habla de una especie de robo de los ‘paras’ a Zuccardi, pues 'la Corte analizó un primer audio de un encuentro realizado en 2003 entre Mancuso, (Miguel) de la Espriella y (Eleonora) Pineda', en la que se escucharía a De la Espriella decir que 'la exsenadora y su gente pagaron 500 millones de pesos al comandante paramilitar Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, para que los ‘paras’ apoyaran la candidatura de su aliado, Alfonso López Cossio, a la Gobernación de Bolívar.

Pero, dice Eleonora Pineda: el Mono (en referencia a Mancuso) le tumbó lo del sur de Bolívar, porque iba con Libardo (Simancas, quien al final fue elegido)'.

Para la Corte resulta extraño que Mancuso y Dique, al principio, relacionaran a la dirigente de Bolívar con las AUC y, luego, ya no: 'Degradar la verdad, sacar al Turco Hilsaca de las reuniones de Casa Loma y Barranco de Loba, declararlo enemigo de la organización, al igual que lo hace con La Gata, transmutar personajes para confundir. Por ejemplo, al Turco Hilsaca con un tal John David Isaac, a Juan José García con Joaquín García, a Piedad Zuccardi con su moza y sustituir en la reunión de Ñanguma a Juan José García por Roberto Castaño, ha sido la falaz estrategia urdida por Úber Bánquez, alias Juancho Dique, defraudando los intereses de la justicia', señala la Corte.

El alto tribunal se refiere, así mismo, a conversaciones de Zuccardi supuestamente fraguando un montaje en que investigadores de la Fiscalía aparecerían presionando a testigos y, de hecho, el pasado 23 de octubre, William Rodríguez, abogado de la senadora, dijo que había tenido 'dificultades' porque 'se han interceptado comunicaciones de la defensa, lo cual no es legal, constitucional ni va acorde con las normas internacionales' y, denunció también entonces que 'el proceso muestra actuaciones cuestionables de investigadores del CTI y sus informes carecen de objetividad'.

Orozco, por su parte, sostiene que 'a pesar de haberse denunciado por parte del doctor Rodríguez sobre las imprecisiones que la Corte ha querido manipular en este caso, no ha habido una manipulación por parte de la senadora y lo que sí ha habido es una interceptación irregular de sus comunicaciones, porque las conversaciones privadas entre el abogado y la senadora, que es un implicada en un proceso penal, no pueden ser grabadas porque estarían viciadas de nulidad, ¿dónde está el derecho a la defensa?'.