El expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien ahora se opone a la mayoría –si no a todos– los planteamientos que salen de la mesa de paz con las Farc en La Habana, propuso en 1992 un indulto total al extinto M-19, en 2003 curules para grupos armados en procesos de paz y en 2005 intentó dialogar con el ELN.
El ex jefe de Estado, quien hace poco ‘trinó’ preguntándose '¿cómo así que asesinan a los ciudadanos policías, secuestran civiles y eso no importa, sigue orondo el diálogo con terrorista Farc?', cuando fue senador, en cambio, según la Gaceta del Congreso del 28 de mayo de 1992, fue el promotor de la Ley de Reindulto a los desmovilizados del M-19 por la toma del Palacio de Justicia.
Uribe dijo entonces en el debate que la idea era 'tramitar con celeridad un instrumento jurídico que haga claridad en el sentido de que la amnistía y el indulto aplicados al proceso de paz, incluyen aquellos delitos tipificados en el holocausto de la Corte, a fin de que no subsistan dudas sobre el perdón total a favor de quienes se han reintegrado a la vida constitucional'.
Posteriormente, el expresidente, quien hace un par de días tuiteó: 'no dijo el Gobierno si los terroristas responsables de delitos atroces como secuestro, reclutamiento de niños, etc., serían elegibles, lo que nunca debe ser', propuso en un referendo del 25 de octubre de 2003, siendo el primer mandatario, a través de la Ley 796 de ese año, que 'con el fin de facilitar la reincorporación a la vida civil de los grupos armados al margen de la ley, que se encuentren vinculados decididamente a un proceso de paz, bajo la dirección del Gobierno, este podrá establecer, por una sola vez, circunscripciones especiales de paz para las elecciones a corporaciones públicas (...)'.
Así mismo, planteaba que el número de curules sería establecido por el Gobierno 'según el avance del proceso'; los nombres de los congresistas, diputados y concejales 'serían convenidos entre el Gobierno y los grupos armados, y su designación corresponderá al Presidente de la República' y, además, 'el Gobierno podrá no tener en cuenta determinadas inhabilidades y requisitos necesarios para ser congresista, diputado y concejal'.
Finalmente, Uribe, quien escribió la semana pasada en su cuenta de Twitter que es 'rechazable que se negocie institucionalidad democrática con Farc, el cartel de drogas, secuestro y asesinato más grande del mundo0148, inició en 2005 un proceso de diálogo exploratorio de paz con el ELN, que tras siete rondas de diálogo en La Habana, finalizó sin éxito en 2007.
'Engañan para retomar el poder'
Consultado sobre las aparentes contracciones en las que pareciera incurrir el expresidente Uribe en su discurso contra el actual proceso de paz, el senador Roy Barreras, del Partido de La U, uno de los más fuertes impulsores de los diálogos en Cuba, reiteró en EL HERALDO que 'el senador Álvaro Uribe fue quien firmó la proposición del indulto al M-19, como presidente intentó la paz con el ELN en La Habana, fue quien liberó a Rodrigo Granda, e invitó a Hugo Chávez a los diálogos y metió a Piedad Córdoba al proceso', es decir, agregó, 'intentó la paz y lo hizo noblemente; lo que no tiene sentido es que ahora que nosotros estamos intentando la paz, él le apueste a su fracaso'.
Sobre la motivación política que tendría el exmandatario, cabeza del nuevo partido de derecha Uribe Centro Democrático, para oponerse a la mesa en Cuba, Barreras considera que 'una cosa es el deseo de paz para el país y otra cosa es el deseo de retomar el poder, de manera que es mejor no meterse en ese mito del eterno retorno y más bien pensar en el futuro de Colombia'.
Ante la pregunta de la paradoja que habría entre la crítica de Uribe a la 'impunidad' que podría generar el Marco para la Paz a favor de las Farc, y el indulto total que este propuso al M-19 hace más de 20 años, el senador oficialista señala: 'puedo entender a quienes no creen en el proceso de paz después de 50 años de guerra, incluso puedo entender a quienes creen que la única solución es la del aniquilamiento militar, pero lo que me parece inconcebible es que engañen a los lectores y a los ciudadanos diciéndoles que el Marco para la Paz es sinónimo de impunidad, cuando es precisamente la aplicación de la garantía para la justicia transicional, la garantía de que los máximos responsables de crímenes atroces pagarán pena por sus conductas', y criticó que no fuera así 'con el indulto que dieron al M-19, que sí fue impunidad total lo que hicieron con los crímenes del Palacio de Justicia, asunto que no solo contó con el acuerdo de Álvaro Uribe sino que además él fue su promotor'.