Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) registraron en 2013 unos niveles de actividad que se mantienen desde 2010 y que en esta ocasión llegó a 2.075 acciones violentas, pero se detectan nuevas tendencias ligadas al proceso de paz y a cambios de estrategia, según un informe.
El centro de pensamiento Fundación Paz y Reconciliación, dirigida por el investigador León Valencia, publicó el documento '¿Cómo es eso de negociar en el conflicto?' en su página de internet, en el que estudió las dinámicas de las Farc en este año de diálogos de paz y los comparó con su trayectoria anterior.
'El promedio de las acciones de las Farc en el año es similar a lo hecho desde el 2010. La variación en número no es significativa. Muestra que continúan su recuperación después de la gran ofensiva del Estado hasta el año 2008', señaló el documento.
Asimismo, indica que el comportamiento de las Farc presenta algunos cambios, como una disponibilidad para planear ofensivas o declarar treguas en función del ritmo de las negociaciones con el Gobierno, que comenzaron en La Habana hace un año.
La Fundación Paz y Reconciliación destacó así 'el interés de las Farc de reducir unilateralmente la actividad armada a mediados del año'.
'De hecho, en los meses de septiembre y octubre, cuando entró en crisis la negociación en La Habana debido a que no se avanza en el punto de participación política, las Farc lanzaron una mini ofensiva que afectó fuertemente la infraestructura petrolera y energética del país', agregó.
El presente año comenzó con una tregua navideña que concluyó el 19 de enero y que según los registros de este centro de estudios fue interrumpida con 41 acciones armadas, de las que 7 violaron claramente el cese el fuego unilateral, por lo que afirmaron que la guerrilla cumplió su promesa 'en cerca de un 90%'.
Después de la tregua, entre enero y febrero, aumentó la actividad hasta unos 241 hechos violentos para decaer de nuevo hasta agosto, con el menor pico en junio (132).
Pero en septiembre 'volvió a repuntar (278) con un importante sabotaje sobre la industria petrolera', un nuevo frente en su estrategia militar.
Entre enero y noviembre de 2013 se registraron cerca de 200 ataques contra este tipo de instalaciones, sobre todo contra los oleoductos (91) en los departamentos de La Guajira, Cesar, Norte de Santander, Arauca, Meta, Putumayo y Nariño, las principales zonas petroleras del país.