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La construcción de una estructura de protección paralela a la orilla del mar y la conformación de una barrera de retención de sedimentos, es la solución técnica que se plantea para la recuperación de la playa en el kilómetro 19 de la vía Barranquilla – Ciénaga, en donde la erosión está a punto de interrumpir la carretera.

La conclusión se desprende del estudio oceanográfico que hizo el ingeniero especialista en dinámica de mares, Serguei Lonín, para determinar las causas del fenómeno natural que en los últimos dos meses ha avanzado de manera acelerada.

El documento, de 53 páginas, fue entregado oficialmente el jueves a la Gobernación del Magdalena por la firma Edgardo Navarro Vives, contratista de la obra de protección que se realizó en el 2011, quien costeará en su totalidad la ejecución de los trabajos de contingencias, cuyo valor es de 573 millones de pesos.

La Gobernación, por su parte, procederá a radicar una copia en la Capitanía de Puertos y dos más en la Dimar, en Bogotá y en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, quien debe autorizar y otorgar los permisos respectivos para iniciar los trabajos.

'Hemos tenido el acompañamiento del Ministerio de Transporte, por tanto considero que si las cosas salen de acuerdo con lo programado, debemos tener permiso a mediados de la semana entrante', dijo Fabián Saumeth Pacheco, director de obra de la firma contratista.

Lo que hay que hacer. Las obras de recuperación de la playa en el kilómetro 19, de acuerdo con el estudio de Lonín, de la empresa Oceanmet Ltda. – MNP. S.A, se haría en dos etapas.

La primera, comprende la construcción de la protección marginal, en una forma de estructura de defensa del litoral, levantada en la orilla para proteger la línea de costa de la erosión.

'Esencialmente actúa como una barrera entre la costa vulnerable y la dinámica oceánica. El rompimiento de las olas se disminuye sustancialmente y no podrá erosionar', explica el informe.

La protección marginal tendrá una longitud aproximada de 350 metros, que podría variar de acuerdo a la velocidad del fenómeno de erosión y a la disminución de esta durante el proceso constructivo.

La segunda etapa, consiste en la construcción paulatina de estructuras de retención, cuyo objetivo es aguantar el material de sedimentos, que irán perpendiculares a la protección marginal.

'Para la selección de los materiales para la construcción de estas estructuras se tienen en cuenta que esta se encuentra dentro de un parque nacional, por lo cual se escogió los bolsacretos ecológicos rellenos de suelo-cemento', dice el documento.

La obra del 2011. El estudio de Serguei Lonín precisa que las obras en el año 2011 para controlar los procesos erosivos que afectan la línea de la costa entre Bocas de Ceniza y Punta de Betín, funcionaron durante dos años y algunos meses hasta cuando se presentó la pérdida del material arenoso.

Explica el informe que 'sin la barrera semi sumergida que se instaló en el kilómetro 19, la carretera Barranquilla – Ciénaga ya estaría en el estado interrumpido'.

'La actual barrera sigue actuando como un arrecife y rompe las olas incidentes de cualquier altura, incluso las olas atípicas de un huracán o frente frío, garantizando las alturas de ola rompiente en la orilla no mayor a 30-60 centímetros', señala.

Se indica en el estudio que en el último semestre del año 2013 el retroceso registrado fue de 3 a 4 centímetros por día; pero en diciembre dicho alcanzó entre 32 y 33 centímetros por día.