No es un cuento macondiano o de ficción ni nada producto de la inquieta imaginación del ser Caribe. En Santa Marta un hombre con trastorno mental robó una ambulancia de un centro de salud, la manejó por 10 minutos con la sirena encendida y cuando lo inmovilizaron dijo que iba en busca de Neymar.
El insólito caso ocurrió ayer a las cinco de la mañana en el IPC La Candelaria, del barrio María Eugenia, al sur de la ciudad, a donde el conductor del vehículo -adscrito a la ESE Distrital- había llegado para trasladar un paciente.
El automotor fue estacionado frente a la urgencia del centro asistencial y con el motor rugiente, mientras el chofer cumplía con la misión encomendada. Tamaña sorpresa se llevaron todos al ver que el carro emprendía marcha guiado por un desconocido.
El aviso a las autoridades no dio espera, iniciándose la búsqueda del vehículo y de su extraño conductor.
Al cabo rato alguien que estaba cerca y quien había observado la rápida maniobra del intrépido hombre, reportó que quien se había llevado la ambulancia era Waldemar, un conocido del sector que padece de problemas siquiátricos. 'Deambula por las calles no solo del barrio sino del centro de la ciudad, es un caminante', comentó el testigo.
Manifestó que esta persona sabe manejar perfectamente porque fue mecánico y latonero en sus buenos tiempos.
En La Paz. Luego de que el GPS del carro marcara su ubicación, una patrulla de la policía lo detuvo en el barrio La Paz, en la vía que conduce a Ciénaga, distante 13 kilómetros del sitio desde donde partió. Sin medir las consecuencias de su osadía, Waldemar, cuyos apellidos son Almato Barón, se bajó y entregó las llaves.
Se indicó que al momento de detenerse y ser abordado por los uniformados y por algunas personas que estaban en el sitio dijo que tenía hambre, pidió comida y manifestó que 'iba en busca de Neymar'.
El gerente de la ESE Distrital, Juan Carlos Illidge, dijo a EL HERALDO que aunque no cuenta con historia clínica, se supo que se trata de un paciente siquiátrico, pero se está investigando tal aseveración. Las autoridades tenían detenido al personaje a la espera de que la propietaria del vehículo instaurara la denuncia.