Dos operativos dispusieron las autoridades para la salida y el traslado del exjefe de sicarios del Cartel de Medellín, John Jairo Velásquez, alias Popeye, quien ayer quedó en libertad sobre las 9 de la noche en la cárcel de Cómbita, Boyacá, y llegó a la capital cerca de la medianoche.
En el centro penitenciario de alta y mediana seguridad de El Barne, luego de que Popeye enviara un manuscrito a los medios que lo aguardaban a su salida, documento en el que pidió perdón a sus víctimas, salió por la puerta principal del penal una gran caravana policial en la que se suponía iba el recién liberado.
No obstante, se trataba de un dispositivo para despistar a la prensa y los enemigos del sicario -quien confesó varios de sus delitos y delató a otras personas, incluyendo al exministro Alberto Santofimio por el magnicidio de Galán-. El verdadero traslado de Popeye se dio en una camioneta con alguna seguridad, que salió minutos después del reclusorio.
La camioneta entró casi a la medianoche por el peaje de la calle 170 de Bogotá y, de allí, según dijo el defensor del Pueblo en Boyacá, William García, a la emisora capitalina Blu radio, 'fue entregado a un grupo de personas que lo esperaban en un CAI de la ciudad'.
'El tema meramente nuestro era el acompañamiento pero el desplazamiento fue bastante rápido. En un punto de Bogotá se hizo el acta de entrega a las personas que lo estaban esperando', indicó.
El paradero actual de Velásquez se desconoce, aunque en una de sus últimas entrevistas para Noticias RCN dijo que al salir podría pedir ayuda a alguno de sus 'amigos', que permanecen en sus 'cuarteles de invierno', que se cree podrían estar situados en Antioquia.




















