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Agrupaciones como Mompox Experience, Bossa y su nueva gaita, Ricardo Narváez, Natalia Bedoya, Stooges Brass Band y, la 33 dieron inicio, ayer viernes, al tercer Festival de Jazz de Mompox.

Turistas que caminan desprevenidos, que han llegado desde todos los rincones del país, han hecho colapsar la escasa población hotelera.

Para suplir la necesidad los momposinos han arrendado sus casas, convertidas hoy en su mayoría en palacios remodelados para estar en la onda restauradora que embellece a esta población.

Fue habilitada la pista aérea de su aeropuerto San Bernardo para que los artistas e invitados especiales lleguen por esa vía.

La plaza de la Concepción, adecuada para la ocasión, al igual que el viejo edificio del mercado de corte republicano, como las vencidas murallas de La Albarrada en su largo recorrido desde la iglesia de San Francisco, hasta la señorial Santa Bárbara, se llenaron de luces y se vistieron de gala cuando el desenfreno musical de bandas y quintetos desplegaron sus partituras por este cofre arquitectónico, donde la magia del jazz se reviste de una connotación especial.

Vea la galería Mompox recupera su famosa Albarrada.

Jazz para todos los gustos. Hoy sábado, último día de este e evento, desde muy temprano el jazz alimenta la nostalgia de sus calles.

Escenarios revestidos de un valor histórico como la iglesia de la Concepción, la Casa de la Cultura, la iglesia de San Francisco y el colegio Pinillos serán el sitio original desde muy temprano, donde alumnos de la escuela de coros Gospel, Alfredo de la Fe, Oscar Acevedo y Leydon Band y, el grupo de artistas de Uniboc, harán que el entorno adquiera un intrínseco valor cultural.

El telón caerá en la noche cuando La Big Band Unibac, Jacobo Fonseca, Jorge Fadul y su Quinteto, Jungle Fire y Alfredo de la Fe le digan adiós entre luces multicolores a esta nueva versión de Jazz en Mompox. Un evento que se fusiona con la magia y el encanto de un reducto colonial soñador.