Un día después de que los países garantes hicieran un llamado tanto a las Farc como al Gobierno de bajar la intensidad de las confrontaciones, el grupo guerrillero anunció ayer desde La Habana que harán un alto al fuego desde el próximo 20 de julio, con miras a concretar un eventual cese bilateral.
Desde Cuba, donde se llevan a cabo los diálogos de paz desde noviembre de 2012, el jefe de la delegación de las Farc, Luciano Marín, alias Iván Márquez, leyó el comunicado con el anuncio: 'recogiendo el espíritu del llamado de los garantes del proceso, Cuba y Noruega y de los acompañantes del mismo, Venezuela y Chile, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes'.
Agregó que con tal determinación se busca 'generar condiciones favorables para avanzar' en la 'concreción del cese al fuego bilateral y definitivo' con el Gobierno del presidente Santos.
Sobre las razones de decretar esta nueva tregua, la guerrilla aseguró: 'vinimos a Cuba a alcanzar un acuerdo de paz, a poner fin a una guerra que sobrepasa el medio siglo. Nada puede complacernos más que acabar definitivamente con la confrontación, la violencia, la generación de nuevas víctimas y el sufrimiento del pueblo colombiano a consecuencia del conflicto'.
Y para una veeduría, la subversión solicitó la colaboración del Frente Amplio por la Paz, las iglesias y el movimiento Constituyentes por la paz.
'Pero aceleremos'. En respuesta, Santos dejó saber que valora el anuncio de las Farc pero insistió en la necesidad de acelerar las negociaciones.
'Después de cometer semejante ecocidio en estas últimas semanas, (…) esta mañana nos dicen las Farc que van a decretar un cese al fuego unilateral durante un mes. Por supuesto que yo valoro ese gesto, ni más faltaba que no lo hiciera, pero no lo considero suficiente', advirtió.
Dijo además que 'lo que queremos en este país es terminar este conflicto lo más pronto posible. ¿Y cómo lo terminamos? Acelerando las negociaciones. Ellos quieren un cese al fuego bilateral y definitivo, como el que firmamos en el Acuerdo General, que estamos buscando un cese al fuego bilateral y definitivo, yo también lo quiero, entonces aceleremos la negociación sobre ese cese al fuego bilateral y definitivo'.
Precisó el jefe de Estado que para poner en marcha ese cese al fuego bilateral 'necesitamos acelerar las negociaciones sobre los otros temas, especialmente el tema de la justicia, que es el que falta'.
Por último, afirmó que en el punto que se discute actualmente en la isla, el de las víctimas, 'ya hay unos acuerdos sobre la verdad, creamos la Comisión de la Verdad', y reiteró que se está cerca de concretar un acuerdo sobre la reparación.
Si se llega a este acuerdo, en teoría, se estaría a un solo punto de la firma de la paz, si se tiene en cuenta que se pactó discutir cinco puntos, de los cuales tres ya están superados: desarrollo rural, participación política y narcotráfico.
'Cese bilateral antes de acuerdo'. El fiscal Eduardo Montealegre dijo que se hace necesario avanzar cuanto antes en un cese bilateral de hostilidades y que, incluso, este se debe dar antes de la suscripción del acuerdo final, pues, advierte, negociar en medio de la guerra es 'insostenible'.
'Hago un llamado al presidente, a las Farc, para que rápidamente se firmen los acuerdos en La Habana e inclusive antes de la firma de estos acuerdos se pacte un cese bilateral al fuego', dijo.
Y concluyó sobre la conveniencia de apagar los fusiles: 'hay unas voces que entienden que un cese bilateral es una claudicación del Estado y de ninguna manera es así, lo que estamos buscando con la solución negociada al conflicto es un cese bilateral pero definitivo porque estamos buscando la paz en Colombia y ese es un paso muy importante'.
No a propuesta del fiscal. A través de un comunicado, el procurador Alejandro Ordóñez advirtió que el cese bilateral no puede darse antes de la firma del acuerdo final, porque eso 'fortalecería' a las Farc.
Recordó así mismo en su boletín que en noviembre de 2014, ante el secuestro del general Rubén Darío Alzate, Santos suspendió los diálogos, y se pregunta: '¿qué decisión tomará el Gobierno frente al reciente secuestro del subteniente Cristian Moscoso en Putumayo? (…), ¿existen militares de primera y segunda categoría?'
Considera el procurador que el Ejecutivo 'debe levantarse de la mesa de negociaciones ante cualquier nuevo hecho terrorista por parte de las Farc, sea durante el mes de cese unilateral o en cualquier otro rango de tiempo'.
Por último, indicó que 'las negociaciones no deben extenderse más allá del 31 de diciembre del año en curso'.
Que se replieguen desde ahora. Que cesen sus ataques a la sociedad desde ahora y no desde el 20 de julio, exigió a las Farc el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora.
El jefe del ente del Ministerio Público dijo a La FM que 'en principio, los colombianos hubiésemos querido que fuera a partir de ahora y esperamos que estos días los utilicen más para replegarse y no para hacer intervenciones, y obviamente hacemos votos porque el periodo que han anunciado sea indefinido y poder algún día, cuando llegue la madurez del proceso, hablar del cese bilateral'.
Criticó el alto funcionario el 'doble juego' de las Farc: 'la guerrilla tiene que sentarse a observar la voluntad de los colombianos, que no es la de seguir permitiendo ese doble juego de hablar en La Habana de paz y en las regiones estar enfrentando situaciones de terror que dejan a los civiles en situaciones de riesgo'.
Y, por último, instó a la guerrilla a enviar un mensaje de paz con sus acciones: 'creo que tienen que unificar su discurso y enviar un mensaje de voluntad de paz a los colombianos'.
La sexta tregua. Este anuncio llega en medio de una escalada de la guerra luego de que se levantara el 22 de mayo pasado el cese unilateral decretado por las Farc el 20 de diciembre de 2014. La decisión fue tomada tras la muerte de 26 rebeldes en un bombardeo de la fuerza pública. Pero los enfrentamientos entre las partes se habían reiniciado el 14 de abril cuando 11 militares murieron en un ataque de las Farc en Buenos Aires, Cauca, lo que llevó a Santos a ordenar la reanudación de los bombardeos a la guerrilla.
La semana pasada, de hecho, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, reconoció que los diálogos atravesaban 'su peor momento' y según el sondeo ‘Pulso país’, divulgado esta semana, un 75 por ciento de los colombianos no cree que sea posible un acuerdo de paz.
A las dos treguas de este año le preceden dos que se ordenaron por parte de los subversivos a finales de 2012 y de 2013, de dos y un mes respectivamente con motivo del inicio de los diálogos en La Habana en el primer caso y por las fiestas navideñas en el segundo.
Luego, entre mayo y junio de 2014, y con motivo de las elecciones presidenciales, las Farc suspendieron sus hostilidades durante ocho días en la primera vuelta y 21 días durante la segunda.
Así que este eventual cese al fuego sería la sexta tregua desde que se empezó a dialogar en La Habana.
ONU se pronuncia
Para la ONU en Colombia 'se trata de un primer paso muy significativo hacia el desescalamiento de las hostilidades, que es tan necesario en esta coyuntura del proceso'.
Manifestó: 'esperamos que esta medida, al igual que los anteriores ceses al fuego unilaterales, tenga un impacto positivo en aliviar el sufrimiento de la población civil en zonas conflicto y ayudará a fortalecer la confianza en el proceso de paz'.
Finalmente, pidió la organización 'medidas recíprocas que reinicien un círculo virtuoso de desescalamiento y permitan avanzar hacia acuerdos sobre temas pendientes de la agenda'.