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La crisis fronteriza que se vive con Venezuela está cada vez más lejos de una solución y las medidas que está tomando el gobierno del presidente Juan Manuel Santos parecen 'palos de ciego', que el gobierno de Nicolás Maduro seguirá aprovechando para distorsionar la crisis interna que vive su país.

En esto coincidieron tres internacionalistas consultados por EL HERALDO: Raúl Eduardo Sánchez, miembro de la Barra de Abogados de la Corte Penal Internacional (CPI); Vicente Torrijos, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario; y Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la misma institución de educación superior.

Los tres opinan sobre el principal punto de la ofensiva diplomática anunciada este martes por el presidente Santos y señalan que el dialogo directo entre los dos gobiernos es el escenario pertinente para llegar a una salida de la crisis. Analizan, también, si se trata de un conflicto internacional o un ataque sistemático.

Demanda ante la Corte Penal Internacional

Santos anunció que el fiscal Eduardo Montealegre 'está considerando seriamente' denunciar ante la CPI a miembros de la cúpula del gobierno venezolano por 'crímenes de lesa humanidad', que se habrían cometido en medio de la decisión unilateral de Caracas de cerrar la frontera y deportar a más de mil colombianos.

Muchos han considerado esta como una de las acciones más fuerte desde que empezó la crisis fronteriza y quizá el canal más eficaz. Sin embargo, Raúl Eduardo Sánchez, miembro de la Barra de Abogados de ese organismo, considera que 'eso tendría que analizarse con mucho cuidado'.

Explica Sánchez que 'lo primero que se estudia antes de ir a la CPI es el principio de complementariedad, que indica que esta solo actúa cuando la justicia nacional no lo haga. Habría que demostrar que ni la de Colombia ni la de Venezuela lo han hecho'.

Sumado a lo anterior, recuerda el especialista de la CPI, que se debe estudiar la gravedad de la situación. 'Si en el escritorio de la fiscal hay una cantidad de casos, se debe analizar cuál es el más grave. Para esto, tendría que realizar toda una investigación antes de presentar el caso ante los jueces'.

En la eventualidad de que el organismo internacional tome enseguida el caso, este podría durar unos seis años, sin contar el tiempo de la investigación. 'Eso no es tan fácil', asegura Sánchez.

Contrario a la posición del jurista de la Corte, el profesor de relaciones internacionales Vicente Torrijos, señala que este es el mecanismo más idóneo para que el gobierno de Maduro flaquee su postura ante la crisis, termine el ataque a Colombia y reabra la frontera.

Según Torrijos, la demanda ante la CPI puede afectar directamente la postura de Maduro. 'Esto para un dictador es el temor más profundo'.

Sin embargo, el internacionalista, que en 2008 hizo parte de la comisión convocada para acusar formalmente al expresidente Hugo Chávez ante la CPI, no le concede mayor credibilidad al anuncio del presidente Santos, 'porque esto se ha convertido en un carro de bomberos y nunca se llega al final'.

Y agregó que 'si Colombia lleva esto al final en la CPI sí se puede lograr un objetivo de estabilización de relaciones', dijo Torrijos, quien planteó además que se estudie la permanencia de Colombia en Unasur y se le quite al vecino país el protagonismo que tiene en los diálogos de paz con las Farc, 'porque si no se da esto, siempre vamos a estar dependiendo del gobierno de Venezuela para no afectar el proceso de paz'.

En la opinión de Ronal Rodríguez, quien prevé que la crisis se extienda hasta final de año, la demanda ante la CPI no es efectiva. 'Ahora creen que con alzar la voz y decir que se está cometiendo un delito internacional, ya se constituye un delito internacional', enfatizó.

¿Conflicto o ataque?

La Corte de la Haya define el conflicto internacional como 'una controversia o un desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, una contradicción, una oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos Estados'.

Así las cosas, en la situación entre Colombia y Venezuela ¿se está ante un conflicto o ante un ataque?

Según Sánchez 'sí puede llamarse a esto un ataque sistemático contra la población civil, enmarcado en dos crímenes de lesa humanidad: persecución y desplazamiento forzoso de la población'.

Para Torrijos esto 'no es un simple ataque, ni es una cortina de humo de Maduro para esconder la crisis de su país o aplazar las elecciones'. Asegura que se trata de 'un conflicto de fondo, que debe quedar saneado cuando termine esta crisis'.

Por su parte Rodríguez opina que se trata de una forma de encontrar una excusa 'para explicar lo mal que se encuentra Venezuela. Somos el chivo expiatorio, viven una situación interna muy grave y para ellos es más fácil decir que fracasó la relación son Colombia que aceptar que su comandante eterno (Hugo Chávez) hizo un plan con una serie de políticas que están arruinando a ese país'.

Cara a cara Maduro - Santos

La canciller María Ángela Holguín ha reiterado que el gobierno de Santos considera indispensable el diálogo directo con el presidente Maduro, estrategia a la que el mandatario venezolano le ha dado la espalda y que obligo al primer mandatario de los colombianos a tocar las puertas de organismos internacionales.

Los expertos consultados por este medio coincidieron en que el diálogo directo debió ser la primera salida antes de cualquier otro escenario.

El profesor Torrijos anotó que no solo debe primar el diálogo sino que debe ser directo. 'Los presidentes deben sentarse en un cara a cara y decirse todas las verdades'. Para el internacionalista esta crisis no se soluciona con una llamada. 'Tienen que hablar en Panamá, en Cuba, en Ecuador, donde sea, pero de frente', dijo y recalcó que esto sería 'para solucionar la situación que se presenta por estos días'.

La misma opinión tiene el investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, pero advierte que 'no podemos olvidar que el presidente Maduro va a insistir en usar a Colombia como chivo expiatorio para distraer al mundo de lo que realmente pasa en Venezuela, el diálogo es incómodo y estamos supeditados a la dilación que nos está llevando el gobierno venezolano, pero es la salida más inmediata a la crisis'.