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Antes de que Gabriel García Márquez pisara suelo norteamericano en 1961, el exdirector del Federal Bureau of Investigation (FBI), J. Edgar Hoover, ya había dado la orden de espiarlo.

Así lo revela el diario norteamericano The Washington Post, bajo cuya petición el servicio de inteligencia y seguridad de Estados Unidos entregó un informe de 137 páginas, que adhiere a Gabo a una larga lista de artistas que han sido vigilados a lo largo de la historia, entre los que se encuentran Ernest Hemingway y Norman Mailer.

De esta forma lo explica el artículo del periódico mencionado, titulado Love in the time of surveillance (El amor en los tiempos de la vigilancia), haciendo alusión a una de las obras más importantes del Nobel. En este, revelan cómo la oficina de inteligencia recopiló detalles sobre los más mínimos movimientos del Nobel colombiano durante más de dos décadas.

'En el caso de que (Gabriel García Márquez) entre a Estados Unidos bajo cualquier propósito, el FBI debe ser avisado inmediatamente', es de acuerdo al Post una de las primeras entradas del archivo del escritor colombiano, y fue realizada en febrero 8 de 1961.

Cita la publicación que la orden 'parece provenir directamente del entonces director Edgar Hoover', pero que, al igual que los motivos por los que se inició este seguimiento, se desconoce si fue de su autoría o las razones por las cuales lo espiaron.

Gabo había llegado a Estados Unidos para trabajar en la agencia estatal cubana de noticias, Prensa Latina, de la que fue despedido meses después. Al país viajó junto a su esposa, Mercedes Barcha y su hijo mayor Rodrigo, que en ese entonces tenía dos años.

Aunque Rodrigo dijo al diario que su familia no tenía pistas de que el FBI estuviera vigilando a su padre, no le extrañó encontrarse con esta noticia. En entrevista con el Post, el primogénito de Gabo comentó que más de una vez su papá le dijo que había sido perseguido camino a casa después de su jornada laboral. Dos hombres que parecían comunicarse por medio de silbidos acechaban al escritor.

'Considerando el hecho de que se trataba de un hombre colombiano en Nueva York, abriendo una agencia de noticias cubana, sería inusual que no lo hubieran espiado', comentó Rodrigo.

Inicialmente, expone el artículo, el archivo de Gabo se creó bajo el nombre de José García Márquez, y en la foto de su portada se colocó la cubierta de una de sus novelas, con el rótulo secret (secreto).

Así mismo, en el archivo, los oficiales del FBI hicieron burla del 'pobre inglés' del Nobel y recopilaron una serie de perfiles sobre Gabo, difundidos en medios como la revista Time, The New York Times y otras publicaciones de habla hispana, explica el artículo.

De acuerdo a este, dos meses después de ser seguido, los oficiales cambiaron su nombre a Gabriel. Algunas de las entradas del informe describen la apariencia física del Nobel o detalles tan íntimos como que pagaba USD 200 por la estadía con su familia en el hotel Webster y que en este 'no recibían visitas'.

Hacia julio de 1961, cuatro meses después del inicio de esta investigación, 'un memo indicaba que un equipo de agentes había contactado al menos nueve informantes confidenciales sobre Gabriel García Márquez y sus últimas actividades', reza la publicación.

Así como vigilaron al Nobel, el informe también da cuenta de cómo el FBI mantuvo una pista cercana sobre algunos de sus amigos. Una de las entradas del archivo explica que 'un individuo no identificado era muy buen amigo de Gabriel García Márquez, un reconocido escritor colombiano que es extremadamente pro-Castro'.

Este aparte da cuenta de que, aunque los motivos de esta investigación, de la que aún faltan por revelar 133 páginas más, son desconocidos, la amistad con Fidel Castro pudo ser la principal razón.

John Edgar Hoover, el eterno vigilante

Antes de convertirse en el primer director de la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI), John Edgar Hoover, nacido en Washington DC en 1895, fue una de las piezas claves para la creación de esta agencia del gobierno norteamericano, que vio la luz en 1935.

Hasta la edad de 77 años y por un periodo de 37 años la dirigió, hasta 1972, cuando falleció. Después de su muerte y con la constante revelación de las actividades de esta agencia estatal, se conocieron algunos de los sucesos que ocurrieron bajo el liderazgo de Hoover, que han sido tildados por diferentes historiadores como excesos.

Se le atribuyen, además del espionaje al Nobel colombiano, la vigilancia a numerosos líderes políticos, artistas y escritores.

Así mismo, y durante la época del Mccarthismo, se le responsabiliza de utilizar al FBI para perseguir a disidentes del gobierno estadounidense y a líderes de las protestas en contra de la guerra de Vietnam.

Muchos cuestionaron sus procedimientos y los tildaron de ilegales, sin embargo, se le atribuye la modernización de esta institución, así como la creación de archivos de huellas digitales y laboratorios forenses.