El investigador de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, el representante liberal Julián Bedoya, presentó esta semana el escrito de acusación contra el magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretel Chaljub, que será discutido este jueves por esa célula legislativa.
En el escrito de acusación Bedoya sostiene que todo indica que el magistrado Pretelt Chaljub sí pidió los $500 millones para favorecer la tutela de Fidupetrol, pero admite que no hay una prueba contundente que permita tener la certeza de que ello fuera así.
En el documento de 116 páginas, el antioqueño Bedoya, quien por lo demás nunca terminó su carrera de abogacía, indica que la pesquisa iniciada seis meses atrás por el mayor escándalo que ha atravesado la Corte se basó en material probatorio documental y testimonial, en el que se destacan las declaraciones de los magistrados de ese tribunal y la del abogado barranquillero Víctor Pacheco.
El escrito, que será discutido el próximo jueves por los 15 representantes de la célula legislativa de la Cámara baja, acusa al magistrado monteriano del delito de concusión, que según el Código Penal se comete cuando 'el servidor público, abusando de su cargo o de sus funciones, constriña o induzca a alguien a dar o prometer al mismo servidor o a un tercero, dinero o cualquier otro utilidad indebidos, o los solicite (…)'.
En medio de la acusación, Bedoya también se abstiene de afirmar que el togado cordobés haya recibido 'dinero, utilidad o cualquier otro tipo de beneficio para influir en el sentido de la decisión que debía tomar la Corte Constitucional dentro del proceso de revisión de la sentencia emitida por la Corte Suprema de Justicia dentro del trámite de la tutela promovido por la sociedad Fidupetrol'.
El proceso en la Comisión se originó tras la denuncia que interpuso el magistrado Mauricio González, quien afirmó que el abogado Pacheco le contó que Pretelt le pidió $500 millones para incidir a favor en un fallo de una tutela que interpuso Fidupetrol, a quien Pacheco representaba, para evitar pagarle al Casanare $22.500 millones que se embolataron en una fiducia que no debía hacerse con dineros públicos de regalías.
El sigiloso y clandestino Pretelt. Pese a no tener prueba directa contra el magistrado, la razón que ofrece el representante para seguir adelante con el proceso, es que Pretelt fue 'inteligente' para aparentemente delinquir.
'No existe prueba directa (testimonio o documento) que permita afirmar que esa solicitud de dinero se produjo', se lee en el escrito y, sin embargo, concluye: '(...) es normal que no exista prueba directa porque la experiencia nos enseña que ese tipo de solicitudes se hacen con el mayor sigilo y en medio de la clandestinidad, cuidando al máximo no dejar evidencia de lo ocurrido, precisamente porque quienes lo hacen saben que lo que están haciendo es delito y deben procurar todas las medidas que puedan asegurarles la impunidad'.
Y agrega que quienes cometen esta clase de conductas son personas 'inteligentes', como lo sería, según Bedoya, el conservador Pretelt: 'Sería ingenuo esperar obtener prueba directa de una solicitud como la que es materia de esta investigación. Porque los sujetos activos de esa clase de delitos son personas inteligentes que se cuidan al extremo de no cometer el craso error de dejar testigos o documentos (en papel o audiovisuales) de su conducta delictiva'.
Vargas y Mendoza, claves. Guarda así la acusación como testimonios claves los de los magistrados Luis Ernesto Vargas y Gabriel Mendoza, por sus conversaciones con el abogado barranquillero.
En las declaraciones de Vargas, también reveladas por EL HERALDO hace seis meses, se le escuchó narrar que Pacheco le dijo que el exmagistrado Rodrigo Escobar –otro de los apoderados de Fidupetrol– había intervenido como intermediario en el soborno: 'Según el señor que dijo llamarse Víctor Pacheco, el doctor Jorge Pretelt le dijo que como Mauricio González –magistrado– no recibía dinero, las cosas podrían canalizarlas a través de Rodrigo Escobar, a quien tendrían que darle poder'.
Y añadió que Pacheco le comentó también que 'tenía entendido que le habían entregado 200 millones a Escobar y también mencionó a un hermano del doctor Pretelt'.
Por su parte, el magistrado Mendoza aseveró que Pacheco le dijo que el dinero no solo se solicitó, sino que se entregó.
La coartada de Pretelt. Para Bedoya, el hecho de que el magistrado se haya opuesto a la revisión de la tutela y haya votado en contra de ésta cuando pasó a revisión, constituye una coartada perfecta por parte del cordobés.
'Es cierto que Pretelt no recomendó la selección de la tutela de Fidupetrol para su revisión, pero eso no significa bajo ningún punto de vista que él se haya opuesto a esa selección. Oponerse a una selección significa manifestar de forma clara y vehemente que no está de acuerdo con seleccionar determinada tutela, y ofrecer argumentos para ello (…). Eso no fue lo que hizo el magistrado Pretelt. Él simplemente guardó silencio respecto de la selección de esa tutela y dejó en manos de sus colegas la selección de la misma, actitud evidentemente pasiva que no tiene la fuerza exculpatoria que la defensa pretende hábilmente atribuirle'.
Por lo que, concluye el legislador, su voto en contra 'ofrecía una coartada perfecta si por desgracia debiera enfrentar un proceso judicial como el que ahora nos ocupa'.
Lo que dice la defensa. Para la defensa de Pretelt, encabezada por Abelardo de la Espriella, la acusación 'es una decisión política y no jurídica, pues no consulta la realidad probatoria. Hay más de 30 pruebas que dan cuenta de la inocencia de mi cliente'.
El jurista le dijo a EL HERALDO, además, que 'lo que ha hecho Bedoya, es un chiste: la ponencia de ese ‘genio’ del derecho arriba a conclusiones con fundamento en sus percepciones y deseos, dejando de lado el material probatorio recaudado'.
Sobre el hecho de que admita la no existencia de una prueba directa, asevera: 'Reconoce que no hay una prueba directa sobre la responsabilidad de Pretelt, y sin embargo le pide al pleno de la Comisión de Acusaciones que acuse al magistrado'.
Y frente a los tres testimonios que el escrito considera claves, De la Espriella opina que 'Pacheco jamás dijo en la Comisión que Pretelt le hubiera pedido algo, amén de las otras seis versiones diferentes que dio en otras instancias judiciales y ante los medios; Mendoza fue impreciso en su declaración y solo le consta el chisme que le echó Pacheco y Vargas, el ‘chuzador’ de la Corte y auspiciador de todo el complot contra Pretelt, también declaró sobre el cuento fantasioso de Pacheco, y dijo que no le constaba nada'.
La inédita acusación. El solo hecho de que se haya resuelto acusar a un alto dignatario del Estado en la maltrecha Comisión de Acusaciones de la Cámara, constituye, de por sí, un fenómeno inédito en la historia del país.
El próximo jueves los quince parlamentarios de la célula legislativa tendrá en sus manos la decisión de pasar o no a la plenaria de la Cámara de Representantes este escandaloso asunto que hizo tambalear una parte considerable de la institucionalidad de la justicia colombiana.
Los miembros de la Comisión, en sesión reservada, verán si siguen con el proceso, lo cual, de ser así, llevará el expediente a un debate ante los 166 congresistas de la Cámara baja, también en sesión reservada, para juzgar a Pretelt.
Víctor Pacheco, el testimonio que no fue
En la investigación se tiene como testimonio clave el del abogado Víctor Pacheco, quien aunque ahora se ha convertido en testigo importante de la Fiscalía y negocia su situación jurídica, ante la célula congresional 'se acogió expresamente a su derecho de guardar silencio', sobre todo, cuando le preguntaron si el togado le había pedido el dinero en cuestión. El congresista investigador, no obstante, se aferra en su pesquisa a que 'no quedan dudas de que esa solicitud de dinero sí se produjo a pesar del temor del declarante de aceptarlo y del cuidado que tiene para no autoincriminarse'.
Igualmente, Bedoya recuerda la amistad que existiría entre Pretelt y Pacheco, la cual, según el documento, 'no solo era buena sino íntima'.
El representante sostiene en sus aseveraciones que, de acuerdo con las pruebas, los magistrados Luis Ernesto Vargas y Gabriel Mendoza, barranquillero, dijeron que Pacheco les contó de la solicitud de dinero. Y añade sobre los togados: 'Ellos no son testigos directos de la conversación entre Pacheco y Pretelt, pero sí de lo ocurrido en la conversación que cada uno de ellos sostuvo con Pacheco. Y es en relación con este último que este despacho les confiere credibilidad, también por su calidad de magistrados de la Corte Constitucional'.
Entre lo dicho por Pacheco, en apartes que fueron revelados por EL HERALDO en marzo pasado, se tiene que el 26 de diciembre de 2014 le narró la versión a su amigo, el magistrado Mendoza, pero le advirtió: 'Gabriel, yo no tengo pruebas, esto es algo informal'.