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BOGOTÁ. Ayer se movió bastante el escándalo de presunto acoso sexual y laboral en la Defensoría del Pueblo: el titular del ente, Jorge Armando Otálora, radicó su carta de renuncia ante la Cámara de Representantes; su exsecretaria privada, Astrid Helena Cristancho, lo denunció ante la Fiscalía y el procurador Alejandro Ordóñez suspendió al alto funcionario durante tres meses.

Otálora leyó en la mañana la carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el parlamentario guajiro de La U, Alfredo Deluque, en la que asegura haber cumplido su misión y advierte que todo se trató de 'un burdo montaje'.

La misiva comienza señalando que 'la Defensoría es una institución a la que le están encomendados los propósitos más nobles y vulnerables de la sociedad. Desde el día que asumí su liderazgo entendí el compromiso misional responsable y serio que ejecuté con convicción junto a un equipo excepcional de colaboradores'.

Destaca que 'tres años después, el magnífico desempeño de la Defensoría es reconocido como un ejemplo a nivel mundial como nunca antes había ocurrido'.

'Verdades a Medias'. El exdefensor reitera su supuesta inocencia y asegura que ha habido 'manipulación' con 'un artificial escándalo mediático' en su contra.

'En las últimas semanas, a través de verdades a medias, hábil y perversamente manipuladas, pretenden empañar no sólo mi nombre y mi trayectoria profesional sino que amenaza de manera grave con afectar el desempeño de la institución', señala.

Asegura también que personas inescrupulosas 'están engañando al país con información fragmentaria y distorsionada', por lo que a su criterio 'no puede permitir' que su derecho a la defensa afecte a la Defensoría.

Menciona Otáloraque su derecho 'a la intimidad' ha sido vulnerado y ve en ello una paradoja, tras 'empeñarse' en la protección de los derechos de los más vulnerables, a que ahora deba 'resignarse' al sacrificio de los suyos .

Y concluye: 'por las arzones anteriores, renunció irrevocablemente a partir de la fecha'. Quedará encargado del ente el recién nombrado vicedefensor, Alfonso Cajiao, mientras que la cámara baja, que elige al nuevo defensor, lo haga a mediados de marzo.

Denuncia penal. Un par de horas después, Cristancho radicó en el búnker de la Fiscalía una denuncia penal por el acoso sexual que aparentemente habría perpetrado Otálora.

La abogada llegó al ente acusador vistiendo una camiseta en que se leía el mensaje 'No es no' y estuvo acompañada de numerosos activistas por los derechos de las mujeres, quienes, con carteles en mano y arengas, hicieron un plantón en la sede judicial.

'Vine a radicar la denuncia que anticipé y aprovecho para hacer un llamado a todas las mujeres que hayan sido víctimas de algún tipo de acoso, para que denuncien, se apoyen en las instituciones, para eso estamos en un país democrático, para que lleguen las respectivas investigaciones y salgan los culpables', indicó la exsecretaria.

Por tres meses

El procurador informó que tras la queja interpuesta por los exfuncionarios de la Defensoría, Astrid Helena Cristancho y Juan Manuel Osorio, por presuntos actos de acoso laboral, atribuibles a Otálora, ordenó la suspensión provisional de su cargo por el término de tres meses, sin derecho a remuneración.

Además destacó que 'se conocieron otros actos de la conducta presuntamente irregular, pero en este caso en la modalidad de acoso sexual'.

Ordóñez explicó que 'luego de analizar las nuevas evidencias, el despacho consideró que los hechos debían ser objeto 'de una formal investigación' , y advirtió que el ente de control 'encontró acreditados serios elementos de juicio que permiten justificar la medida de suspensión provisional'.