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La primera testigo de la defensa en el Caso Colmenares, la puertorriqueña Yocasta Brugal, dijo en el estrado que desde que conoció en 2013 el proceso por la muerte del joven guajiro Luis Andrés Colmenares, ha estudiado la exhumación, las fotografías y otros documentos, llegando a la conclusión de que su fallecimiento fue 'accidental'.

Brugal, contratada por la defensa de las estudiantes Laura Moreno y Jessy Quintero, acusadas de homicidio en coautoría impropia y encubrimiento de homicidio, respectivamente, dijo: 'la causa de la muerte era compatible con una asfixia por aspiración y como contribuyente una cifra mayor de alcohol en la sangre'.

Interrogada Jaime Granados, abogado de Moreno, la testigo dijo que el cuerpo de Colmenares presentaba golpes en la cabeza, pero que éstos no tenían la gravedad como para haberle causado la muerte.

Ante la jueza 11 de Conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, la médico forense aseveró que 'la causa de la muerte es accidental. No hay duda de que hay unos golpes en la cara con múltiples fracturas, sin embargo eso no habría producido la muerte, pero sí habrían producido una serie de consecuencias que habrían contribuido a la muerte, como por ejemplo una contusión cerebral'.

Añadió la testigo contratada por la defensa que debía revisarse el nivel de alcohol en la sangre del estudiante villanuevero muerto el 31 de octubre de 2010 en el parque capitalino El Virrey: 'el problema de la cifras altas de alcohol también contribuye, porque produce una serie de alteraciones al sistema nervioso central'.

La perito experta en patología anatómica y subespecialista forense dijo además, bajo la gravedad del juramento, que se hacía relevante revisar el hecho de cómo fue hallado el cuerpo de Colmenares: 'tenía las vías respiratorias comprometidas debajo del agua. Los hallazgos posteriores confirmaron que había mucha agua dentro del estómago, de que había agua en las vías respiratorias y edema pulmonar'.

La fiscal delegada ante la Corte Suprema, María Victoria Parra, quien ya presentó en los meses previos sus pruebas y testigos de la parte acusatoria, objetó constantemente las preguntas de Granados, al considerarlas 'concluyentes', obligando al jurista a reformularlas una tras otra.

El forense de la Fiscalía, Máximo Duque, había concluido el pasado 9 de noviembre ante el estrado exactamente lo contrario que Brugal: que el de Colmenares había sido un asesinato.

'Hay un patrón de lesión compatible por un golpe directo producido por un objeto de forma redonda y un trauma en el rostro al parecer producidos por impactos de alta energía', dijo entonces.