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Luego de conocerse que la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia determinó que los consumidores de drogas o adictos a ellas no pueden ser encarcelados por el hecho de portar una dosis mayor a la que la ley establece como mínima, la Policía Nacional elaboró un protocolo de acción para que los uniformados procedan correctamente al encontrarse con algún ciudadano que lleve la dosis en mención.

Una comisión de la institución se encargó de detallar en seis puntos cómo debe actuar un oficial ante esta situación y el primer paso será 'evaluar cada caso en particular' con el fin de establecer si se trata de un adicto o de un distribuidor.

De acuerdo con el documento, revelado por el diario El Tiempo, es deber del uniformado 'recolectar los elementos o información que pudiera ser requerida al interior de la investigación'.

Según el documento, si el ciudadano es sorprendido consumiendo la droga en espacio público, y si se trata de un consumidor, el policía deberá remitirlo a un centro médico y no proceder con judicialización.

Así las cosas, en términos del protocolo, de tratarse de un adicto 'se debe llevar ante un centro médico para que verifiquen su estado de adicción o dependencia y se le dé el tratamiento con mediadas de carácter pedagógico, profiláctico o terapéutico'.

No obstante, dicen el documento, eso no lo exime de un llamado de atención que deberá realizarse en una estación de Policía y que obedecería a una multa o una anotación por violar el Código de Policía.

En caso de que el ciudadano tome una actitud de exaltación será trasladado a una Unidad Permanente de Justicia.

Por último, en los dos pasos finales, la Policía invitó a los comandantes a continuar campañas de prevención ante el consumo y precisó que 'en todo caso, aún en los de consumo personal, este no se puede convertir en un almacenamiento indiscriminado de cantidades o de momentos para uso repetitivo, connotaciones sin las cuales la conducta ha de ser judicializada'.