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El valle de Cocora, el lugar donde crece la palma de cera, el árbol nacional, y que hace parte del paisaje cultural cafetero, declarado por la Unesco como patrimonio de la humanidad, podría estar en peligro si prospera el otorgamiento de una licencia de la Agencia Nacional Minera (ANM) a multinacionales que pretenden extraer oro en la región. Ante esa posibilidad, se prendieron las alarmas en Salento, el municipio más cercano a la importante reserva natural.

Luego de que a la Alcaldía de la población llegara una carta en la cual la ANM informa sobre el estudio de otorgamiento de licencias, habitantes y ambientalistas salieron a protestar para defender dicho ecosistema. Tatiana Herrera, personera municipal, denunció que ya se han otorgado varios títulos mineros, y que ahora el Gobierno quiere entregar la palma de cera, el valle de Cocora y las fuentes de agua a la depredación que ejercen grandes multinacionales.

Así como recientemente la presión social impidió la concesión de títulos mineros en la sierra de la Macarena, de la misma forma distintos sectores en el país ya muestran su rechazo por un proyecto que acabaría con uno de los paisajes más emblemáticos del país, en la cuenca del río Quindío, de donde se surten los acueductos de Salento y otros municipios del Eje Cafetero.

El valle de Cocora, que debe su nombre al canto de una de las especies de avifauna que lo habitan, está localizado en la cordillera Central en inmediaciones del Parque Nacional Natural Los Nevados. CM