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Mediante un fallo de primera instancia, un juzgado administrativo de Bogotá condenó a la Policía por la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra Lizarazo fallecido el pasado 19 de agosto del 2011 luego de recibir un impacto de bala por parte de un uniformado de la Policía nacional, identificado como el patrullero Wilmer Antonio Alarcón.

'Resulta evidente que la muerte del joven Becerra Lizarazo fue ocasionada por un arma de dotación oficial, utilizada por un miembro de la Policía Nacional en actos de servicio, con los que estaría claramente demostrado el título objeto de imputación de riesgo excepcional', destacó el tribunal en el documento del fallo.

El juzgado administrativo número 38 de la capital señaló en su sentencia que encontraron suficiente material probatorio para determinar que Becerra Lizarazo fue víctima de un mal proceder del patrullero Alarcón, quien le ocasionó una herida mortal con su arma de dotación.

De igual forma se pudo determinar que 'las evidencias probatorias atrás referidas descartan de plano la ocurrencia de una legítima defensa por parte de miembros de la Policía Nacional en el proceso penal y desacreditan el argumento de defensa del Ministerio de Defensa Nacional-Policía Nacional respecto al hecho personal del agente'.

Finalmente el juzgado destacó que los agentes de la Policía involucrados en el caso de la muerte del joven grafitero en Bogotá pretendieron manipular la escena del crimen para dar una versión distinta a lo ocurrido el día de la muerte de Becerra 'alterando la escena de los hechos, plantando un arma y presentando un informe que no correspondía con las verdaderas circunstancias de tiempo, modo y lugar'.

Con la orden el estado deberá indemnizar a Liliana Lizarazo, madre del menor y a Gustavo Trejos, padre de crianza del joven Diego Felipe Becerra Lizarazopor los perjuicios morales y materiales causados con la muerte del grafitero.

El 19 de agosto de 2011, Diego Felipe Becerra Lizarazo, de 16 años de edad, fue asesinado de un balazo mientras pintaba un grafiti en la avenida Boyacá con116, en el sector de Suba. En el hecho, que aún es del resorte de la justicia, intervinieron agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá, quienes, tras la muerte del adolescente, insinuaron que dispararon en su contra porque había atracado una buseta con un arma de fuego.