El presidente Juan Manuel Santos lo dejó claro en su discurso. El nobel Gabriel García Márquez, quien creyó siempre en el fin de conflicto armado por medio del diálogo, fue uno de los grandes ausentes en la ceremonia en la que el país pasó la página de 52 años de guerra, en Patio de Banderas del Centro de Convenciones de Cartagena, a las 5:00 de la tarde del lunes.
Así también lo entendió el general Raúl Castro, presidente de Cuba, quien no quiso irse de la heroica sin rendirle un homenaje a su amigo. El de las mariposas amarillas, el de los pescaditos de oro, el que tenía la capacidad de relatar, como pocos, la magia del Caribe.
Por eso, después de asistir a la ceremonia de la firma de paz entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno colombiano, Castro hizo su arribo al Claustro de La Merced de la Universidad de Cartagena, y puso a los pies del busto de bronce de Gabito una ofrenda floral.
Frente al mismo lugar donde reposan las cenizas del nobel, con la mirada hacia el piso,también le rindió un minuto de silencio en su honor.
Según la Agencia de Cubana de Noticias (ACN), Castro pronunció algunas palabras de agradecimiento García Márquez.
'Este es un modesto homenaje que quisimos rendirle a Gabo, porque en los viajes que hizo a Cuba, conversaba mucho con Fidel y conmigo sobre la paz en Colombia', consigna el medio cubano.
'¡Qué viva la paz!', dijo Castro, según reseña la Agenda Cuba de Noticias.
Raúl Castro fue, según ha reconocido el presidente Santos, uno de los principales garantes del proceso de paz durante los últimos cuatro años. Llegó a Cartagena, la mañana del martes, como parte de los 15 mandatarios que fueron invitados a la firma del final del conflicto armado.