Pocos días después de regresar a la jefatura de la cartera de Educación, Gina Parody renunció irrevocablemente a su cargo de ministra.
Parody, quien había tomado un mes de licencia para ser una de las coordinadoras de la campaña del Sí impulsada por el Gobierno,presentó este martes su carta de renuncia aduciendo haber cumplido su ciclo en el ministerio del cual era responsable desde 2014.
'En las últimas horas, he presentado al señor presidente Juan Manuel Santos la renuncia al cargo de Ministra de Educación por considerar que ha culminado un ciclo de servicio a los jóvenes y niños del país (...) Un ciclo en el que cumplí, demostrando que la igualdad en Colombia sí es posible: la educación de calidad ha dejado de ser un privilegio de ricos', dijo en una rueda de prensa el martes por la mañana.
En su discurso de salida, Parody aseguró que se siente 'orgullosa' de los logros del país en temas de educación y que espera que los resultados se vean reflejados en las pruebas internacionales.
Entre los proyectos que resaltó está la iniciativa ‘Ser Pilo Paga’, que 'actualmente beneficia a más de 20.000 estudiantes y llegará a 20.000 más'.
En el balance general de su gestión, resaltó que unos 500 mil estudiantes pueden asistir al colegio ocho horas diarias, 'un privilegio que antes solo tenían los alumnos con mayores recursos económicos'.
Además, la entrega de más de 3.500 aulas y un plan de infraestructura que entregaría unas 30.000 aulas a niños de todas las regiones de Colombia. 'Esto permitirá cubrir el 60% del déficit de infraestructura educativa del país', dijo durante su intervención.
Antes de su renuncia, Parody se había visto envuelta en varios escándalos referentes a la educación sexual en el país, como la polémica por la supuesta implementación de una cartilla escolar de alto contenido erótico homosexual en los colegios y la divulgación de un manual de educación sexual por parte del Ministerio de Educación.
El tema ha tomó tanta fuerza que un grupo de padres de familia convocó a una marcha multitudinaria el pasado 10 de agosto en contra lo que consideran un 'adoctrinamiento contra la familia heterosexual'. Dicha marcha ha recibido el apoyo de la iglesia y el Centro Democrático y sectores conservadores del país.
Muchas organizaciones promotoras de estas marchas, se unieron a la campaña del No al plebiscito, alegando que en los acuerdos de La Habana se promovía la llamada 'ideología de género'.
Esta es la segunda renuncia de un alto funcionario del Gobierno tras la derrota del Sí en el plebiscito por la paz el pasado domingo. La primera fue la del jefe del equipo negociador, Humberto De La Calle, la cual no fue aceptada por el presidente Santos.