Por lo menos $10.022 millones que debían ser destinados para cuidar el medio ambiente en las regiones, se habrían perdido el año anterior debido a malos manejos en 16 corporaciones autónomas regionales del país.
Esto fue lo que arrojó la tercera auditoría que hizo la Contraloría en el último año sobre la gestión de las CAR, en la que salió deficiente la gestión de las autoridades ambientales, muy importantes para el cuidado de ríos, bosques y recursos naturales protegidos.
En la última intervención se detectaron, al menos, 512 irregularidades.
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Entre las CAR investigadas aparece Corpocesar, pues la Contraloría detectó que de $2.154 millones de presunto detrimento patrimonial que habría generado la gestión de esa entidad, al menos $1.813 corresponden a un contrato de obra pública en el que el Consorcio Mitigación Guatapurí-Badillo aumentó los precios muy por encima de las condiciones del mercado.
Otras de las CAR investigadas de la Región es Corpomojana por el contrato de obras 085 de 2015, pues la Contraloría comprobó que no se removieron sedimentos de un tramo del caño Morón, en Guaranda, Sucre, lo cual costó $59 millones.
Y Corpoguajira, por el incumplimiento de las condiciones para conceder permisos de aprovechamiento forestal y concesión de aguas, según detectó la Contraloría, pues este hecho afecta el servicio que se brinda a los usuarios.
Una de las corporaciones regionales autónomas más cuestionada sigue siendo la de Cundinamarca, en cuya gestión de 2015, se halló una supuesta disminución de $1.878 millones. La Contraloría dijo que aunque se le hizo llamados de atención, de manera repetitiva, a la corporación durante los últimos 7 años, no ha tenido buena calificación por parte de las autoridades.
La Contraloría encontró que el año anterior esta CAR pagó más de $1.000.000 por herramientas de trabajo cuyo costo en el mercado era de $7.000. Además hizo otras compras en las que invirtió $23 millones en un medidor digital, que según estudios de mercado de la contraloría se consigue por $3.8 millones.
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Entre otras inversiones realizadas por esa CAR, se encuentra la de $1.681 millones en la adecuación hidráulica del río Frío, en una zona de Chía, obra que, según la Contraloría resultó 'inútil'.
Por otra parte la Contraloría encontró en Chocó otra de los malos manejos de las CAR, esta vez en Chocó. En esta zona, Codechocó tiene una de las responsabilidades más complejas, hablando a nivel ambiental, por ser una de las zonas más biodiversidades del mundo.
Investigadores fiscales evidenciaron que la autoridad no ha hecho los controles necesarios sobre la explotación de maderas y especies forestales en peligros de extinción.
