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Rocío* fuma marihuana; Juan Gabriel* inhala cocaína. Además de su adicción, en común tienen que la droga se las llevan a domicilio las redes de expendedores que forman parte del creciente negocio del microtráfico, del cual el Departamento Nacional de Planeación, DNP, acaba de dar a conocer el estudio ‘Narcomenudeo en Colombia, una transformación de la economía criminal’ que, por primera vez, revela cifras oficiales y una nueva tendencia: el país cada vez es más consumidor de drogas y hoy ocupa el cuarto puesto en Suramérica.

Ella compra una 'bolsita que vale $25 mil' de marihuana tipo ‘creepy’, que no sabe cuánto pesa y le dura unos dos meses, fumándose un tabaco a diario o día de por medio; él, con amigos, le compran a un ‘dealer’ ‘un $20 mil’, 'así le decimos a la coca de mejor calidad' que les dura una noche tomando whisky, cerveza o ron.

Los dos forman parte de los cerca de 1.500.000 consumidores de drogas que hay en el país de acuerdo con el estudio sobre el lucrativo negocio del microtráfico que les dejó utilidades por $6 billones en 2015 a las pequeñas estructuras criminales que han remplazado a los otrora carteles del narcotráfico.

De esta exorbitante suma de dinero reportada como ganancia del narcomenudeo, con la que se podrían construir 10 puentes Pumarejo –el nuevo costará $615 mil millones– o 600 megacolegios –en promedio de $10 mil millones cada uno–, le quedan $300 mil millones a quienes cultivan y producen, $2,5 billones a las bandas delincuenciales que la distribuye y $3,2 billones a los expendedores de droga que se la venden a los consumidores.

En Barranquilla, que de acuerdo con el estudio es el segundo principal mercado para el microtráfico en el país, con el 3% de todo el mercado, esa ganancia en 2015 fue de $122 mil millones.

Y aunque el narcotráfico les deja actualmente a los traficantes $20,5 billones, estos perciben una rentabilidad del 260%, mientras que para el narcomenudeo esta se sitúa entre el 346,2% al 1.400%, esta última para un distribuidor de cocaína.

El director de Planeación, Simón Gaviria Muñoz, destaca que es la primera vez en Colombia que se realiza una investigación que evidencia la magnitud de la transformación en los últimos años del negocio del narcotráfico y sus consecuencias negativas en la economía, sin analizar únicamente el problema como un fenómeno exclusivamente policivo. (Ver entrevista)

Lo grave de esta situación es que el microtráfico es un fenómeno, no un delito, al menos mientras esté en el rango de la dosis mínima establecida en la Ley 30 de 1986 (un gramo de cocaína y 20 gramos de marihuana).

Del 1.500.000 consumidores que hay en el país, 832 mil (el 56%) viven en Bogotá, Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Santa Marta y Pereira. Los consumidores de cocaína en Colombia llegan a 253 mil, de marihuana a un millón 72 mil, de bazuco a 77 mil y de ‘éxtasis’ a 82 mil.

En la Costa

En la Región Caribe, por departamentos, Magdalena ocupa el cuarto lugar entre los principales mercados para el comercio de drogas al menudeo. Y Barranquilla el segundo puesto entre las ciudades, después de Bogotá.

El ranking a nivel nacional, por departamentos, es así: Cundinamarca (22% del mercado nacional, con una proyección del mercado en 2015 de $781 mil millones), Valle del Cauca (14%, $557 mil millones), Antioquia (12%, $473 mil millones), Magdalena (7%, $286 mil millones) y Santander (5%, $189 mil millones).

Y por ciudades: Bogotá (19%, $781 mil millones), Barranquilla (3%, $122 mil millones), Pereira (3%, $116 mil millones), Bucaramanga (2,5%, $99 mil millones) y Medellín (2,5%, $94 mil millones).

Consumo en el Caribe

De acuerdo con el DNP, Atlántico ocupa el tercer puesto en consumo de cocaína en todo el país, ubicándose en un rango 'muy alto'; Cesar está en el lugar 17 con un consumo 'alto'; Magdalena y San Andrés en el 18 y 19, también en 'alto'; La Guajira en el 21, Sucre en el 26 y Bolívar en el 28, en 'medio' y Córdoba en el 32 con consumo 'bajo'.

En cuanto al consumo de marihuana, Atlántico se sitúa en el 5 lugar y San Andrés en el 9 con consumo 'alto'; Bolívar en el 13, Cesar en el 15 y Magdalena en el 24 con consumo 'medio'; La Guajira en el 27, en 'bajo'; Sucre y Córdoba ocupan dos de los tres últimos lugares, en los puestos 31 y 33, respectivamente, y con una calificación de consumo 'bajo'.