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El mandatario colombiano Juan Manuel Santos hizo parte de la ceremonia de clausura del XIII Congreso Nacional de Infraestructura, al que acudieron el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo y el vicepresidente, Germán Vargas Lleras, entre otras personalidades.

Luego de saludar a los asistentes al Congreso y a los panelistas invitados, el mandatario se refirió a los avances del país en materia de infraestructura.

'Hoy podemos decir que Colombia está en obra y el progreso está en marcha. Algunos dicen que solo nos hemos dedicado a la paz, pero si hay alguien que sabe que no es así son ustedes', dijo Juan Manuel Santos al comenzar su discurso y agregó:

'La gente hoy sale a las carreteras y viaja por toda Colombia y nota la diferencia'.

Así mismo habló de la construcción de vías y la inversión extranjera en el país.

'Por ejemplo en el año 2015 y lo que va corrido de este se han construido más de 400 kilómetros de carreteras de doble calzadas. Y eso es un reflejo de la confianza que está inspirando nuestro país, lo que se ve reflejado en la inversión extranjera que hoy supera los 8.000 millones de dólares', afirmó el mandatario.

El presidente también habló de sobre la corrupción como una amenaza que debilita el incremento de la infraestructura en Colombia, 'la corrupción es la otra guerra que tenemos que ganar los colombianos para poder seguir avanzando' y aseguró que ya tiene creado un proyecto contra la corrupción, realizado en compañía de la Fiscalía y la Contraloría.

'El señor Fiscal, con él hemos hablado y hemos diseñado una hoja de ruta para tener esa meta como prioridad. Con el nuevo Procurador lo mismo, con el Contralor. De manera que ahora las instituciones que están encargadas de luchar contra la corrupción, con la Presidencia de la República, vamos a trabajar mancomunadamente', continúo Santos.

Lea a continuación el discurso completo del mandatario.

Hoy he venido a agradecerles, y a felicitarlos: si bien –y literalmente– nos falta camino por construir, el panorama de la infraestructura en Colombia es más prometedor que nunca.

Hoy podemos decir que Colombia está en obra y el progreso está en marcha.

Ya no 'soñamos' con una 'nueva era' de infraestructura de transporte, sino que ahora mismo la estamos haciendo realidad, y la estamos empezando a disfrutar.

Algunos dicen que 'solo nos hemos dedicado a la paz', pero si hay un sector que sabe que eso NO es así, es este.

Por supuesto, la paz es condición básica –fundamental– para seguir avanzando hacia ese país próspero, mejor educado y más equitativo –en el que ya estamos empezando a vivir–.

Y en ese sentido, hoy nos alegra venir aquí con la noticia de tener ya un NUEVO Y MEJOR ACUERDO.

Valga decir que si nos hubiéramos limitado a la paz, NO habríamos avanzado –como hasta ahora– en infraestructura.

La gente hoy sale a las carreteras –viaja por toda Colombia– y nota la diferencia. ¡Los colombianos ya estamos andando sobre nuevas obras TERMINADAS!

Por ejemplo, entre 2015 y lo que va corrido de este año se han construido más de 400 kilómetros nuevos de dobles calzadas, y otros 600 han sido rehabilitados –en total, en estos 6 años, hemos construido 2.400 kilómetros de dobles calzadas–.

Ustedes conocen –mejor que nadie– lo que significan para este sector las inversiones en las vías 4G: más de 40 billones de pesos en 33 proyectos –13 que ya están en construcción–.

En materia de obra pública estamos avanzando en el desarrollo de redes primarias y secundarias, con una inversión adicional de 4 billones de pesos.

También hemos hecho grandes esfuerzos en infraestructura aeroportuaria: nuevas torres de control, terminales, plataformas, pistas, obras de mantenimiento e interventorías –inversiones por más de 3 billones de pesos en 57 proyectos a cargo de la ANI y la Aerocivil–.

También se han rehabilitado más de mil kilómetros de infraestructura férrea.

Son cuantiosos los recursos e inversiones que están andando en este mismo momento; no solo inversiones públicas sino también PRIVADAS, lo que es reflejo de la confianza que genera Colombia.

Por eso pasamos, por ejemplo, de una inversión privada en vías de 2 billones de pesos en 2010 a casi 5 billones el año pasado.

En ese mismo periodo, las inversiones en puertos han sido superiores a 2.200 millones de dólares, una cifra que –al cambio de hoy– se acerca a los 7 billones de pesos.

La sola inversión extranjera en nuestro plan de infraestructura hoy supera los 8 mil millones de dólares.

Unidos, empresa privada y Gobierno, hemos desarrollado esquemas novedosos de financiación y ejecución.

Esa 'política de buenos proyectos' –de la que habló el doctor Juan Martín hace unos años– es hoy una realidad y, más que problemas y obstáculos, lo que tenemos por delante son oportunidades y retos apasionantes.

Ahora bien, el buen desempeño del sector es también el resultado de un criterio que hemos puesto en el centro de todos los procesos: la TRANSPARENCIA.

Le hemos declarado la guerra a la corrupción y, con los actuales organismos de control, hemos hecho un frente común para atacar con total contundencia este flagelo.

Las sospechas en las adjudicaciones, los señalamientos sobre contratos direccionados y la lluvia de pleitos que venían con cada licitación, hoy son cosa del pasado.

Hoy no estamos hablando de cuántas demandas le metieron a una licitación, o de cómo parar el desangre de los anticipos.

Hoy estamos EJECUTANDO y EJECUTANDO BIEN.

Además, ya son 29 gobernaciones y 160 alcaldías –incluidas las de 30 ciudades principales del país– las que se han sumado al Pacto por la Transparencia.

Eso está bien y lo aplaudimos, pero la transparencia y las buenas prácticas deben ser una regla general, y por eso estamos trabajando en la reforma a la Ley 80.

Vamos a establecer pliegos únicos para evitar que haya manipulación o direccionamiento en los procesos de contratación.

También vamos a limitar los convenios interadministrativos, que en muchos casos se siguen usando para evitar los concursos y cerrar la competencia.

Y no estamos comenzando de cero: entidades como el INVÍAS ya montaron pliegos estandarizados de condiciones que son un ejemplo para el país.

Antes había muy pocos proponentes por licitación y ahora tenemos entre 40 y 60 proponentes por obra pública.

El sector de infraestructura también ha creado un mecanismo de gestión contractual –con seguimiento semanal– que ha resultado muy efectivo.

Toda esta experiencia ha sido tan positiva que, por ejemplo, ahora el Departamento de Prosperidad Social –que ha llevado a cabo más de 2.900 obras de infraestructura social– también creó 'pliegos tipo' para los procesos de contratación de las alcaldías.

¡Encontramos que el 75 por ciento de los contratos de obra pública con las alcaldías eran con un solo proponente!

Por eso –y atendiendo también las preocupaciones del sector– hemos decidido firmar el Pacto de Transparencia, donde se incorporan dos cambios fundamentales a lo que venía sucediendo.

En primer lugar, el ente territorial adopta los pliegos tipo de Colombia Compra Eficiente.

Y en segundo lugar, los recursos se manejan a través de una fiducia y, en caso de que no se esté cumpliendo, no se girarían los recursos.

Además, la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, que apoyó esta iniciativa, ahora va a acompañar al DPS en la implementación de un plan de transparencia –un compromiso que se firma hoy–.

Todo esto hace parte de la nueva cara que le estamos dejando al país: la de una infraestructura eficiente y transparente.

Dijimos: 'Podemos ser mejores, podemos hacerlo mejor', ¡y con ustedes lo estamos haciendo!

Debemos mantener el impulso, más ahora, en el posconflicto.

La guerra nos desconectó a los colombianos: nos desconectó de escucharnos unos a otros, de tramitar nuestras diferencias sin recurrir a la violencia… Pero también nos desconectó físicamente, pues condenó a muchas zonas rurales del país –la mayoría con un potencial productivo inmenso– al aislamiento y el atraso.

Si bien las autopistas 4G van a mejorar la conexión entre ciudades, puertos y fronteras, debemos asegurarnos de que los productores rurales y los industriales lleguen con más facilidad a las ciudades y a los mercados internacionales.

Por eso, en los próximos años vamos a recuperar y a mejorar casi 15 mil kilómetros de vías terciarias.

Una parte de ese plan –que hemos llamado 'Vías para la paz'– la vamos a financiar con créditos que ya estamos gestionando ante la CAF, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Mundial.

Todo el trabajo que se viene –tanto en las 4G como en las vías terciarias y secundarias– es una oportunidad enorme para brindar alternativas laborales –incluso para los desmovilizados–.

Pero nuestros esfuerzos no paran ahí: le estamos apuntando a la 'eficiencia logística' como requisito esencial para impulsar la competitividad, y ya tenemos la hoja de ruta para avanzar en esa dirección.

Se trata del Plan Maestro de Transporte Intermodal –cuyo 'volumen 2' conocieron ustedes el miércoles–, y que consiste en una visión a 20 años… 20 años para seguir construyendo infraestructura de primera calidad y potenciar la competitividad de Colombia.

NO son un par de obras… Son las más importantes obras que necesitamos para que TODO esté conectado.

Son más de 20 mil kilómetros de redes viales, 31 nuevas intervenciones en aeropuertos, inversiones en 5 ríos y casi 1.800 kilómetros de red férrea.

Ya estamos diseñando el primer paso de este Plan Maestro Intermodal: es lo que hemos llamado la 'era post-4G', en la que hemos priorizado 65 proyectos iniciales, teniendo en cuenta criterios de integración y costo-beneficio, lo que significará inversiones por casi 50 billones de pesos –una nueva y completa revolución en infraestructura–.

Nuestro propósito: transformar los accesos a las ciudades.

A los productores, a los empresarios y a los conductores no les sirve de nada ahorrarse dos horas de recorrido en carretera –gracias las obras recientes–, si al entrar a las ciudades pierden esas dos horas metidos en un trancón.

Por eso nuestro Plan incluye intervenciones de fondo: desde estaciones de intercambio hasta nuevas vías.

En esta 'era post-4g' priorizamos seis corredores logísticos: Medellín-Villavicencio; Bogotá-Cúcuta-Caribe; Bogotá-Caribe; Rumichaca-Caribe; Buenaventura-Bogotá; y Medellín-Cúcuta.

Cada uno de estos corredores va a tener su propia gerencia –el corredor de Buenaventura ya la tiene y vamos muy bien–.

También sabemos que este esfuerzo debe ir acompañado de una modernización de las normas –y ahí el reto es grande porque el marco regulatorio hay que actualizarlo y sacarlo del contexto 'unimodal'–.

Para hacer realidad este Plan estamos dispuestos a analizar todas las opciones de financiación, entre ellas la posibilidad de incluir en la reforma tributaria la contribución de valorización.

Es más: ya he dado instrucción al Ministro de Hacienda para que la considere positivamente; esto nos garantiza una buena fuente adicional para las obras de infraestructura que aún nos hacen falta.

Tengan también la seguridad de que todos los componentes de la reforma tributaria –en especial los que tienen que ver con la infraestructura– los estudiamos con cuidado.

Sobre los temas que ha planteado la CCI a raíz de esta reforma, reitero que tenemos un canal de diálogo abierto para resolverlos.

Entiendo que ustedes tienen comentarios sobre cómo se deben contabilizar las vigencias futuras que recibirán los proyectos: nos parecen sensatas las observaciones que se han hecho y ya el gobierno está trabajando en ellas.

En lo que respecta a intangibles, se está aclarando el texto para que solo quede gravada la cesión de derechos relacionados con la propiedad industrial.

En el tema del IVA al asfalto –que lo ha mencionado el doctor Juan Martín– estamos analizando todas las observaciones y estoy seguro de que vamos a encontrar puntos de coincidencia; comparto que debemos tener un principio de equidad.

Y ojo: a ninguna concesión se le van a cambiar sus condiciones. Estas se mantienen y se respetan.

Estimados amigos:

Con ustedes estamos pensando Y HACIENDO en grande: tenemos una visión de largo plazo y un ambicioso portafolio de proyectos, con los que estamos cerrando esas brechas históricas que hemos tenido en materia de infraestructura.

Esa es la nueva Colombia –¡una mejor Colombia!– que está en obra, y en donde ya hay dividendos que podemos aprovechar.

Ustedes son imprescindibles para mantener el ritmo y seguir construyendo una mejor nación.

Las obras que ustedes hacen NO se limitan a un tema económico; sus obras permiten a los colombianos viajar; facilitan el encuentro de familias; y hasta sirven para que los niños no caminen horas para llegar a los colegios.

Igualmente, con el sector de la construcción estamos desarrollando el más ambicioso plan de infraestructura educativa: 30 mil aulas nuevas de clase que nos permitirán masificar la jornada única en escuelas y colegios oficiales.

Ya entregamos 3.500 nuevas aulas y otras 23.800 ya tienen recursos y están contratadas. ¡En 2018 vamos a cumplir con la meta definitiva!

En apenas 4 años vamos a hacer lo que –de haber seguido al ritmo en que venía el país– habría tardado 80 años.

No lo duden: ustedes contribuyen a la paz, a la equidad y a la educación.

Ahora bien, con semejante balance ya NO solo me van a acusar de haberme dedicado a la paz.

Ahora me van a acusar de solo dedicarme a la paz y la infraestructura. Pero eso tampoco es cierto:

El desempleo pasó de 10,6% en septiembre de 2010 a 8,5% en el mismo periodo de 2016.

En el tema de inflación NO coincidimos con quienes hablan de una cifra cercana al 8 por ciento; prevemos que estará cercana al 5,5 por ciento, como lo dijo el Ministro de Hacienda.

De otra parte, la construcción de un millón 300 mil viviendas nos ha permitido reducir el déficit habitacional en un 50 por ciento.

Hoy todos los niños y jóvenes van GRATIS a colegios y escuelas públicas; y por primera vez en la historia la educación tiene más presupuesto que todos los demás sectores, incluido el de seguridad y defensa.

Declaramos la cobertura universal en salud y unificamos los beneficios.

5 millones de colombianos accedieron a agua potable POR PRIMERA VEZ y 5 millones 200 mil colombianos a alcantarillado.

La pobreza por ingresos pasó de 40 por ciento en 2010 a 28 por ciento en 2015 –también bajamos 10 puntos el Índice de Pobreza Multidimensional–.

Para finalizar, quiero dejarles una inquietud: la inversión hecha por este gobierno en infraestructura NO tiene precedentes… ¡Y vale la pena seguir por esa senda!

Por eso, el año entrante, cuando suban a este escenario los aspirantes a la Presidencia, el reto debería ser que AL MENOS se comprometan a mantener el nivel de inversión.

Los invito a que sigamos trabajando unidos, con el mismo empeño, con vocación de excelencia y actitud transparente.

UNIDOS le hemos cambiado la cara a la infraestructura del país.

Con ustedes estamos transformando para bien a Colombia.

Muchas gracias.