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El vicepresidente de la Asociación Colombiana de Controladores de Tránsito Aéreo (Acdecta), Carlos Ferney Llanos Bernal, se pronunció este jueves sobre la labor realizada por Yaneth Molina, controladora aérea que tuvo contacto con el capitán del avión, minutos antes del accidente que se registró en la noche de este lunes en el sector Cerro Gordo del municipio de La Unión (Antioquia).

Manifestó que Molina –quien se encuentra afectada y ha preferido no hablar sobre el tema– 'actuó profesionalmente'.

'Ella tuvo la valentía de mantener la entereza en las comunicaciones. De verdad que ella es casi un héroe para separar los aviones inmediatamente cuando entendió la emergencia que tenía la aeronave de Lamia. Profesionalmente, tuvo una actuación especial', resaltó Llanos en diálogo con Blue Radio.

Llanos también explicó algunos aspectos técnicos que estuvieron alrededor del siniestro y habló sobre otros hechos ocurridos minutos previos.

Aclaró que en el momento en que se registró el accidente –que causó la muerte de 71 personas, entre las que estaban jugadores y directivos del club Chapecoense, así como periodistas y tripulantes– estaban seis aviones en frecuencia, cuatro aterrizando y dos despegando.

Sobre la prioridad que se le dio para aterrizar al avión de la aerolínea Viva Colombia –dijo– fue solicitada con 'mucha antelación al suceso que está en la grabación (comunicación entre la torre de control la aeronave)'.

'Cuando uno tiene el reporte de novedad de una aeronave en el aire para nosotros es importantísimo darle todas las garantías para que pueda aterrizar lo más pronto posible', indicó.

Igualmente, explicó que una prioridad se da cuando 'existe un problema en la aeronave que puede convertirse en emergencia, la cual se presenta cuando ya no hay lugar a duda de que tiene problemas y debe aterrizar inmediatamente'.

Precisó que el avión de Viva Colombia tenía como destino San Andrés, pero debido a problemas relacionados con el combustible, los cuales fueron reportados, retorna al aeropuerto más cercano, que en ese momento era el José María Córdova, de Rionegro, y se le dio la prioridad para aterrizar.

'Si no se hubiese registrado la emergencia del avión de Viva Colombia no hubiese habido espera porque nuestra función es evitarle la demora a las aeronaves en el aire', apuntó.

El profesional manifestó que Molina entiende la magnitud de la situación cuando el comandante de la aeronave RJ8 con matrícula CP-2933 inicia el descenso que no fue autorizado por los controladores.

Aclaró que ninguna aeronave puede cambiar de nivel sin que los controladores lo autoricen, a menos de que sea necesario por la seguridad del avión.

Detalló que cuando el capitán le solicita prioridad para aterrizar, ella le dice de qué manera debe hacerlo porque 'los descensos son escalonados y no pueden bajar a velocidades muchas por los daños que tiene normalmente una persona cuando la velocidad vertical es demasiado alta'.

Cuando se inicia la conversación entre el capitán y la controladora –explicó Llanos– el avión de Lamia estaba en 21.000 pies de altura, pero luego bajó a 9.000 con una velocidad vertical 'demasiado alta', lo que –asegura– que no es normal, por lo que las investigaciones tendrán que establecer las razones por las cuales se dio el descenso 'tan vertiginoso'.