El próximo miércoles 14 de diciembre concluyen las audiencias del juicio oral del caso Colmenares, con las réplicas de alegatos finales de cada una de las partes, en las que la Fiscalía intentará refutar las conclusiones de la defensa, mientras que los abogados de las acusadas tratarán de hacer lo propio.
Aunque en esta audiencia, la jueza 11 de Conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, podría dar el sentido de fallo condenatorio o absolutorio sobre Laura Moreno y Jessy Quintero, señaladas la primera de homicidio en coautoría impropia y la segunda de encubrimiento de homicidio y falso testimonio, allegados al juicio no creen que la togada lo haga de inmediato, por la complejidad del proceso y, en cambio, creen que fijará una nueva fecha, que seguramente será el año próximo, para hacer lectura de la sentencia.
Entre tanto, Luis Alonso Colmenares, padre de Luis Andrés, muerto en extrañas circunstancias el 31 de octubre de 2010 en el Parque El Virrey de Bogotá, ha escrito en estos días en su cuenta de Twitter: 'hasta el peor criminal tiene derecho a una defensa, pero el que intenta ocultar un crimen también es criminal', agregando en otro 'trino' que 'Laura y Jessy no mataron a Luis Andrés, pero ellas saben quién lo hizo'.
En el juicio, la Fiscalía sostiene la tesis de que al joven guajiro lo golpearon y lo dejaron sin conocimiento en el agua del caño del parque, donde finalmente murió bajo el puente del cuerpo de agua. Y la funda, entre otras cosas, en el hecho de que el cuerpo solo tiene heridas en el rostro y no en otras partes del cuerpo, lo que descartaría que cayó al caño y el agua lo arrastró.
Además, pone de presente heridas, por ejemplo, en el maxilar inferior, entre la barba y el cuello, que son difíciles, dice, que se las hubiera producido en una caída.
Así mismo, destaca que hay golpes con huellas similares a las que se producen en un boxeador. Igualmente, apoya su teoría en que la altura del agua del caño, que según los testigos llegaba a los tobillos, no pudieron haber arrastrado al estudiante villanuevero, como se comprobó con un cuerpo de estatura y peso similares al ser simulada una lluvia en el cuerpo de agua. Finalmente, pone de presente numerosas inconsistencias en los dichos de las acusadas sobre cómo ocurrieron las cosas en esa madrugada, como también lo plantea la Procuraduría.
La defensa afirma, por el contrario, que Colmenares cayó al caño, se golpeó fuertemente con el borde, quedó inconsciente, fue arrastrado por las aguas que, dice, tenían un caudal suficiente para desplazarlo, fundado ello en consideraciones de peritos internacionales y finalmente murió a los pocos minutos ahogado bocabajo, debajo del puente del caño.
Además, piden los abogados investigar a los bomberos que atendieron el caso en la madrugada, ya que, según ellos, éstos no buscaron con rigurosidad debajo del puente y no entraron en el túnel o, de lo contrario, aseveran, habrían hallado allí el cadáver de inmediato y no en la tarde, cuando finalmente fue levantado el cuerpo.
Así mismo, destacan de las interceptaciones telefónicas que ambas acusadas siempre manifiestan estar diciendo la verdad y advierten que en el caso se les reclama a las imputadas el hecho de ser mujeres, ante los móviles que han sido relacionados con los noviazgos que habría sostenido Moreno con Colmenares, Carlos Cárdenas y Juan Pablo Valderrama, todos mencionados en el proceso y situados en la fiesta que precedió la tragedia.
Por su parte, el Tribunal Superior de Bogotá estableció en la segunda instancia del proceso de Carlos Cárdenas, exnovio de Moreno, que el estudiante, por duda razonable, debía ser declarado inocente, entre otras cosas, porque nunca se pudo probar su presencia en el lugar de los hechos, pero determina de manera decidida que el de Colmenares fue un homicidio y subraya las incongruencias en que habrían incurrido las acusadas, así como reconviene al procurador hasta entonces, Marlon Díaz, por no haber señalado las inconsistencias. Lo que lleva a la Procuraduría a asignar un nuevo delegado del Ministerio Público, Jairo Salgado, que, en el actual proceso, hace notar las aparentes disparidades en las versiones de la parte acusada.
El caso Colmenares, uno de los procesos más sonados en el último lustro, podría concluir así esta semana, o bien, en los primeros días de 2017. No obstante, no sería raro que se den apelaciones, haya condena o absolución, y termine de resolverse, en meses quizá, en instancias más altas de la justicia.