El qué pasará en adelante con el sector ganadero y la forma en cómo se trabajará para sacarlo adelante son dos de los interrogantes que más atañan a representantes gremiales y al sector en general.
Según advierte Celso Salazar
Castañeda, representante de la Federación Ganadera de Córdoba 'no se puede negar que pretender hacer algo con unos dos o tres elementos de presión muy fuertes que tenemos, es imposible, porque primero que todo hay que analizar el tema gremial, porque no nos sentimos representados en ninguna parte'.
En palabras de Castañeda, 'en el sector cuando avanzamos un paso retrocedemos dos más, por eso toca buscar una solución', porque de lo contrario, 'si nosotros no tenemos una representación democrática y válida frente al Gobierno Nacional y los entres legisladores del país vamos a seguir como hasta ahora'.
Dice que uno de los factores que se deben analizar es lo que está ocurriendo hoy día con las tierras, al considerarse que los ganaderos y agricultores han sido siempre víctimas del conflicto armado, por lo que ahora, cuando se habla de posconflicto, el Gobierno deberá concentrarse en cómo solucionar esta problemática que afecta y que ha estado presente desde siempre en el sector.
'Vale la pena ahora poner el dedo en la llaga en departamentos como Córdoba', sentencia Castañeda, al tiempo que cuestiona el actuar de algunas instituciones en el país creadas para sacar adelante el campo.
'Han ocurrido fracciones con algunas instituciones que están para darnos la mano y sacar adelante la producción agropecuaria. Sentimos que casi no se nos ayuda sino que se nos atraviesan, por eso necesitamos facilidades en una cantidad de instancias que deberían ayudar y facilitar los procesos', advierte.
Cuestiona además lo que está pasando en cuanto a la política sectorial para promover el crecimiento del hato.
'Son magníficas todas las opciones de exportación que tenemos, todo lo que nos ofrecen y los tratados de libre comercio que hemos firmado, así como las posibilidades de mercado que nos abren, pero dónde está el hato ganadero, con qué vamos a responder para la demanda de carne, dónde están las políticas públicas para la retención de bienes que nos permita tener un hato para responder', cuestiona.
Finaliza diciendo que 'nada sacamos con que se abran todas las puertas y nos permitan solucionar los problemas de accesibilidad a otros mercados si no tenemos las carnes para responder', por lo que más allá de eso la política pública debe voltearse la mirada al productor y ver cómo se soluciona el problema con seguridad física y legislativa.