El anuncio de la reunión en El Vaticano entre el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente y ahora senador del Centro Democrático Álvaro Uribe Vélez tomó por sorpresa a los colombianos, pues este se convertiría en un nuevo encuentro de los líderes políticos después de seis años de polarizar al país, y puede significar, si la mediación del Papa surte efecto, un acuerdo en pro de la implementación de la paz.
La invitación hecha por El Vaticano y que fue aceptada de manera inmediata por el senador Uribe, fue una coyuntura ideada para aprovechar la cita que ya tenía programada el presidente Santos con el sumo pontífice. Entre las personas que viajaron con el líder del Centro Democrático a Roma están el recién nombrado procurador general, Fernando Carrillo y el líder político sucreño Gustavo Dájer Chadid, puntos clave en este encuentro, pues ayudaron a propiciar este histórico encuentro.
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El procurador Fernando Carrillo, según fuentes oficiales, venía tejiendo este encuentro de manera secreta. Una proeza que consiguió contra reloj.
Durante su paso por la embajada de España cultivó unas relaciones del más alto nivel posible con el episcopado español y por esa vía con El Vaticano. Hace quince días, Carrillo viajó en secreto a Roma para concretar los detalles.
Tanto Santos como Uribe han manifestado en reiteradas ocasiones la necesidad de conformar un acuerdo nacional para la implementación de la paz, sin embargo, ambos ven esta posibilidad desde orillas muy distantes.
