No fue gratuito cuando Gabriel García Márquez, en una conferencia de prensa tras haber ganado el Nobel, se enfundó en su rol de periodista y les preguntó a los reporteros en México si alguno era de la CIA.
Como dan cuenta los informes desclasificados por la propia agencia estadounidense que EL HERALDO ha venido revelando, este ente de espionaje vigilaba de cerca los pasos de Gabo: qué decía o hacía en público o privado, sobre todo, en relación con el presidente cubano, Fidel Castro, y los movimientos de izquierda en Latinoamérica. E incluso temía que el escritor ablandara al entonces presidente Belisario Betancur cuando se presentó la oportunidad de negociar con los grandes capos del narcotráfico a principios de los 80.
De hecho, la central de inteligencia registró el episodio ‘mamagallístico’ de la pregunta del cataquero a los periodistas y analizó el comunicado de la agencia de prensa AP del 21 de septiembre de 1982, que cita al escritor diciéndoles a los reporteros: 'a mí me gustaría saber lo que piensa la CIA de mi Premio Nobel'.
Remarca el propio boletín que 'García Márquez es un reconocido simpatizante de las causas políticas de izquierda y es amigo del presidente cubano, Fidel Castro'.
Es notorio además que Estados Unidos empezó a fijarse más en Gabo cuando ganó el Nobel. Y sorprende encontrar notas de prensa al respecto, subrayadas en los apartes en que se hacen comentarios sobre la simpatía de Gabo por la izquierda o sus críticas a los regímenes de derecha.
En un artículo del Washington Post, titulado ‘García Márquez wins Nobel’, publicado el 22 de octubre de 1982, el investigador de la CIA subraya el párrafo que dice: 'García Márquez ha sido desde hace mucho tiempo un abierto crítico de los regímenes derechistas latinoamericanos, tanto como ha sido un ávido partidario de Cuba y amigo personal de Fidel Castro. Una vez llamó al boicot de Estados Unidos a Cuba ‘la mayor violación de los derechos humanos en este siglo’'.
EU desconfiaba de Gabo y Betancur
En uno de los registros, fechado el 19 de enero de 1984 y rotulado como 'confidencial', la Agencia Central de Inteligencia refiere que durante una visita del 18 de enero, el presidente colombiano de entonces, el conservador Belisario Betancur, 'le dijo al embajador que él no tenía intenciones de reunirse con el presidente cubano, Fidel Castro, y que no estaba interesado en reanudar las relaciones con Cuba -rotas por el expresidente liberal Julio César Turbay Ayala desde 1981-'.