Hace 25 años, comenzó el trabajo de investigación para el beneficio de la agroindustria palmera en Colombia, con la creación de la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma), que forma de la Federación Nacional de cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma).
El Reportero del Campo, visitó su lugar original, El Palmar de La Vizcaína, en Barrancabermeja (Santander) uno de los cuatro recintos con que cuenta en el país, esta entidad de carácter científico y técnico, para generar, adaptar, validar y transferir tecnología a la palmicultura, en sus fases de siembra, procesamiento y consumo.
Objetivos
Este campo experimental, fue la génesis de un ente, que durante un cuarto de siglo, no ha dejado de crecer. La intención al comienzo era encontrar el agente causante de la 'Pudrición del Cogollo' (PC), que ha flagelado el cultivo durante años, pero encontró otras facetas, para seguir edificándose cada día, en beneficio de los actores del sector.
José Ignacio Sanz, director de Cenipalma, explicó que desde el comienzo se le dio énfasis al mejoramiento genético, para encontrar materiales con resistencia a esa enfermedad. Habían sembradas unas 200.000 hectáreas, ahora hay 500.000. En todas las zonas han crecido, a excepción de Tumaco por la PC, pero se están recuperando.
'Logramos encontrar el agente causal de la PC, la Phytophthora palmivora, y también el insecto vector que transmite la Marchitez Letal, que ataca principalmente en los Llanos Orientales, entre otros aspectos', afirmó.
Jens Mesa, presidente de Fedepalma, señaló que se han promovido las Mejores Prácticas Agrícolas, destacándose el conocimiento de la nutrición de la palma, los requerimientos críticos del cultivo, cómo debe ser el manejo agronómico de la materia orgánica (que estimula desarrollo de organismos del suelo y mejora humedad), los aspectos relacionados con la planta extractora (desde la molienda hasta que sale el aceite crudo, procesos de software, de equipos, etc.), y biología y mejoramiento de la palma.
Ahora estructuran programas de investigación: Biología de Mejoramiento, que se encarga de la planta como organismo (fisiología, genotipo, funcionamiento, cómo se puede multiplicar, y mejorar la resistencia); Plagas (insectos) y Enfermedades (hongos, bacterias, virus); Agronomía (entorno donde se cultiva, organismos que cohabitan ahí, suelos, fertilización, aguas, mecanización, parte geomática); Procesamiento (fábrica donde se saca aceite de la fruta, molienda, aceite de palmiste, productos).
'Esto lo trabajamos en equipo, todo integrado. Lo que va saliendo en alguna de estas partes se llama Validación de Resultados de Investigación, y pasan a práctica en plantaciones. Cuando hay algo muy bueno, se lleva a través de la Unidad de Extensión (en todas las zonas palmeras), incluida la Unidad de Manejo Sanitario, y la Capacitación', indicó el director.
Se trabaja en el manejo del agua en épocas secas, sistemas de transporte y riego, para economizar hasta un 60% del líquido; y recomendaciones para invierno, para evitar inundaciones. Se buscan materiales genéticos resistentes para ambos casos.
Sanz dijo que 'la palma no es la mala, lo malo es la forma como algunas personas la manejan. Es un buen cultivo. Como consecuencia de esa reputación, los productores se han vuelto rigurosos en sus prácticas, y los consumidores del aceite, exigentes, poniendo de plano muchas certificaciones, como la RSPO (Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible), y Colombia está entrando muy fuerte en eso'.
En Colombia es un cultivo de reciente domesticación, va en la segunda generación asomando la tercera, y se está amoldando a los estándares internacionales. 'Es perenne, lento, y con las mejores prácticas es eficaz, respetando la vegetación, adecuando el suelo, usando pocos pesticidas; le aporta a muchos sectores: panadería, confitería, perfumería, combustibles, aceites para consumo humano, aceite de palmiste, entre otros', declaró el científico.
Jens Mesa recordó que brinda empleo permanente todo el año, porque no son cosechas estacionales. Los trabajadores no son migratorios, están establecidos, viven en poblaciones alrededor de los núcleos. La familia está permanentemente junta.
Los centros experimentales
Los centros experimentales son para apoyar actividades de investigación y extensión, para responder a la problemática de cada zona palmera: Zona Central: Barrancabermeja y San Vicente de Chucurí, Santander, Palmar de La Vizcaína, enfoque en biología y mejoramiento genético. Zona Norte: Zona Bananera, Magdalena, Palmar de La Sierra, enfoque en agronomía (recurso hídrico). Zona Oriental: Paratebueno, Llanos Orientales, Palmar de Las Corocoras, enfoque en agronomía (suelos) y procesamiento. Zona Suroccidental: Tumaco, finca La Providencia, enfoque en plagas y enfermedades.