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El ex senador cordobés Otto Bula aseguró este lunes en los juzgados de Paloquemao que investigadores del CTI lo están extorsionando y que, por ello, no debe ser trasladado del Cespo de la Policía –donde permanece recluido– al búnker, como lo había planteado la Fiscalía.

'No tengo ningún principio de oportunidad con la Fiscalía, porque ellos no quisieron. Además, yo denuncié una extorsión del CTI, así que lo que me pase en el búnker es culpa de la Fiscalía', dijo Bula en medio del segundo intento de imputación por el caso del apartamento entregado al fiscal Rodrigo Aldana, para que este le archivara una investigación por despojos de tierras en los Montes de María.

En medio de la diligencia ante el Juzgado 57 de Control de Garantías de Bogotá, por los delitos de cohecho y asociación para cometer delitos contra la administración pública, el nuevo abogado del exsenador, Mateo Mejía, pidió el aplazamiento de la audiencia porque, afirmó, acababa de conocer el caso.

Y agregó el jurista que 'sobre un eventual traslado, advertimos que la Fiscalía no puede trasladarlo de dónde está, por motivos de seguridad'.

En respuesta, el fiscal Anticorrupción, Daniel Cadena, advirtió que desde el 24 de abril pasado se solicitó esta diligencia y se aplazó el 2 de mayo pasado porque Bula no tenía abogado.

'Hay un intento de aplazar y aplazar la imputación del señor Bula. Lo que resulta complejo es que la defensa venga a atender un caso que es ampliamente conocido por la opinión pública, sin estar preparada', concluyó el titular del ente acusador.

Hace tres semanas, durante su judicialización, el fiscal Aldana admitió haber cometido los delitos de peculado, cohecho y concierto para delinquir.

De acuerdo con la Fiscalía, dos de las propiedades incautadas a los hermanos narcotraficantes Álvarez Meyendorff habían sido compradas por Bula: una ubicada en Sahagún, Córdoba, la tierra de nacimiento del exsenador, de 23 hectáreas, y la otra, la hacienda Maragón, de 650 hectáreas.

Aldana, por el favorecimiento a Bula, habría recibido un apartamento valorado en 235 millones de pesos, ubicado al norte de Bogotá y que habría sido escriturado a nombre de su exnovia, Margarita Useche Molina, también vinculada a la investigación y quien asegura que el cordobés la engañó con este predio.