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En una discusión que se tomó más de ocho horas y en la que se esgrimieron principios de la Constitución Política, morales y de índole religioso, la Comisión Primera de la Cámara hundió el proyecto de ley por medio del cual se convocaba a los colombianos a un referendo en el que se cerrara la posibilidad a que parejas del mismo sexo y solteros pudieran adoptar.

La votación quedó con 20 votos en contra y 12 a favor.

Aunque inicialmente el debate se dio sin mayores enfrentamientos, al final, amigos y detractores se cruzaran duros calificativos, al punto que se señaló que el gobierno impuso su postura y obligó a rechazarlo, y por eso se dieron expresiones como la ‘venezolanización’ del país.

El ponente del proyecto, Miguel Ángel Pinto, manifestó que la decisión debía estar fundamentada en el pueblo colombiano, quien era el que tenía que determinar si acepta o no la propuesta.

La posición más contundente de pedir la negación del proyecto la hizo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien expuso que la decisión la debía tomar el Congreso y no dejarla a los colombianos.

De la misma forma sostuvo que este referendo era una clara violación a la igualdad de derechos que tienen las parejas del mismo sexo, como también los solteros. 'Este referendo es inconstitucional y es inconveniente, en un mecanismo de mayorías donde no podemos atropellar los derechos de las minorías, no podemos negar los derechos de los niños a ser adoptados'.

'Un circo romano'

A su turno, el líder promotor del referendo, Carlos Alonso Lucio, esposo de la senadora Viviane Morales, quien fue una de las autoras del proyecto de ley, acusó a los medios de comunicación de estar desinformando sobre el alcance del mismo.

'Los medios han formado un circo romano y en eso nos quieren meter', declaró Lucio, y agregó que no era nada discriminatorio el referendo, por cuanto el derecho a la adopción no existe, y si así fuere debería ser exigible por los colombianos.

'Lo que sí existe es que la adopción es un mecanismo de protección de los niños a tener una familia, es distinto', sostuvo tras cuestionar al gobierno que 'sí pudo someter la paz a un plebiscito, pero que no puede darle trámite a la petición de 2,3 millones de colombianos'.

Desde el uribismo no se perdió la oportunidad para relacionar el tema con las Farc. Santiago Valencia –miembro de esa bancada– sostuvo que no tiene sentido que el Ministerio de Hacienda diga que no tiene el dinero para ese mecanismo de participación, pero sí para financiar a las Farc, razón por la cual esa colectividad sí daba su aval al proyecto.

En el debate hubo un punto de identidad en la mayoría de los expositores, la postura de la Corte Constitucional, de la cual aseguraron fue la que ordenó este cambio a una legislación que venía funcionando bien, como lo señaló el representante de La U Carlos Edward Osorio.

La representante a la Cámara por la Alianza Verde Angélica Lozano sostuvo que 'si un hijo de gay es gay, no hay que tenerle miedo, somos igual de trabajadores que ustedes, hay que perder los prejuicios. Los homosexuales somos hijos de parejas heterosexuales, como ustedes. Este proyecto es una cosa nueva, sería la única Constitución del mundo que tendría la palabra heterosexual, ni siquiera en Chechenia, donde matan homosexuales'.

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien se soportó en diversos estudios científicos, consideró que sería inconveniente aprobar el proyecto.

Desde el Ministerio de Hacienda, la viceministra Ximena Cadena manifestó que el costo posible de ese referendo era de 280.000 millones de pesos y que ese presupuesto no se tenía.

Convocan plantón

Con la discusión ya cumplida, Lucio dijo que se convocaba a todos los colombianos que apoyaron con su firma el referendo, a un gran plantón nacional el miércoles de la otra semana y que acudirá a la plenaria de la Cámara de Representantes para que se reanude la discusión. Incluso aseveró que fue el ministro Cristo quien incidió en que el liberalismo cambiara su voto.