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La primera propuesta presupuestaria para 2018 del presidente de EEUU, Donald Trump, incluye un sustancial recorte a la ayuda exterior a Latinoamérica, con reducciones a la asistencia proporcionada a todos los países del continente.

La ayuda para Colombia se reduciría en un 35%: recibiría 251,4 millones de dólares. Una cantidad no demasiado inferior a los 299,4 millones que obtuvo en el año fiscal 2016 pero sí notablemente menor a los fondos aprobados por el Congreso para el periodo 2017, un total de 391 millones de dólares contemplados en el programa ‘Paz Colombia’ para el posconflicto.

Sin embargo, es posible que haya más fondos para Colombia en las partidas dedicadas a operaciones regionales en todo el continente (300 millones de dólares), temas de narcotráfico y seguridad (167 millones), o ayuda humanitaria y promoción de la democracia.

El presupuesto –que se presentó ayer, debe ser aprobado por el Congreso y podría sufrir cambios– concede 37.600 millones de dólares al Departamento de Estado, de los cuales 1.093 millones van a parar a las operaciones en el continente americano y el Caribe; un descenso de 614 millones respecto al año fiscal 2016.

El desglose país por país de ese presupuesto para el año fiscal 2018 muestra recortes en todas las naciones de la región.

El recorte a Centroamérica es también sustancial, y reduce la ayuda al desarrollo y al fortalecimiento institucional que había potenciado el anterior gobierno de Barack Obama.

El pasado jueves el presidente Juan Manuel Santos tuvo su primer encuentro oficial con Donald Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington.

Como conclusiones de esa reunión, Trump reafirmó la voluntad de EEUU de apoyar a Colombia en la lucha por eliminar el cultivo, producción y tráfico de drogas ilícitas.

Sin embargo, mostró su inconformidad por los niveles 'récord' que alcanzó Colombia el año pasado en cultivo y producción de coca: en 2016 crecieron un 18%, según los cálculos de la Casa Blanca.

Sobre el particular, Andrés Barreto, máster en Estudios y Asuntos Internacionales explicó: 'El crecimiento de los cultivos de drogas deja la inquietud de que dinero de los contribuyentes de EEUU se estaba yendo para la lucha contra las drogas –lo cual es una victoria en el Plan Colombia– pero representará un grave problema en las finanzas internas de este país'.

Así las cosas –consideró el experto– será difícil que este tema pase el examen en un Congreso de mayoría republicana.