El exdirector de la Policía Nacional, general (r) Rodolfo Palomino, no aceptó los cargos por tráfico de influencias de servidor público que le imputó la Fiscalía General de la Nación.
El ente investigador asegura que el oficial intentó detener, en marzo de 2014, la captura del ganadero Luis Gonzalo Gallo, en el marco de una indagación por el escándalo del Fondo Ganadero de Córdoba.
La Fiscal Octava Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, Sandra Patricia Ramírez, dijo que el oficial incurrió en el tráfico al intentar favorecer a esta persona, utilizando su cargo e información privilegiada.
Esto, incluso, acudiendo a la casa de la fiscal que llevaba el caso, Sandra Lucero Vásquez Patiño, a quien se dice le dijo que la captura afectaba las relaciones públicas que Gallo Restrepo tenía 'con el expresidente de la República, Andrés Pastrana Arango y el entonces presidente del Banco Mundial y exministro, Luis Moreno'.
'Así como al prevenir que con la aprehensión del investigado Gonzalo Gallo se podrían afectar donaciones que se había canalizado internacionalmente con la finalidad de causas nobles', dijo la fiscal.
Para la Fiscalía este fue un acto contrario a sus deberes legales y constitucionales de servicio a la comunidad, el manual de funciones del cargo de director de la Policía Nacional.
Al salir de la diligencia el oficial dijo que nunca tuvo la intención de frenar un proceso judicial y que, al contrario, se pudieron realizar las diez detenciones que estaban previstas.
'Yo sostuve una reunión con una señora fiscal en su residencia y asistí en el ánimo de poderle decir, de anticipar la operación, habida cuenta que una persona que sería objeto de captura iba a viajar dos días antes de lo proyectado para esa operación', dijo.
El general Palomino señaló que al reunirse con la Fiscal del caso solo hizo 'una recomendación que fue interpretada como una interferencia, que en ningún momento se dio'.