El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, lamentó que el Gobierno de Estados Unidos anunciara su retiro del Acuerdo de París y reiteró el compromiso de Colombia con este Tratado, que representa la esperanza de supervivencia de los países más vulnerables a los impactos del clima.
'El Acuerdo de París es un cambio en el concepto de las negociaciones internacionales, este es uno de los mayores logros de los últimos años del multilateralismo, pues por primera vez en la historia se alcanzó un acuerdo universal y jurídicamente vinculante que permite unir esfuerzos para resolver los retos asociados al cambio climático, por eso lamentamos tanto esta decisión', manifestó Murillo.
En ese sentido, el Ministro señaló que la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, siendo el segundo país que más emite Gases Efecto Invernadero, 'aumenta el riesgo de vulnerabilidad de nuestro territorio y dificulta avanzar en la meta global que nos hemos trazado de evitar un aumento de la temperatura del planeta por encima de 1,5°C'.
Murillo explicó que a pesar de no ser un gran emisor de Gases Efecto Invernadero, Colombia se ha comprometido con la implementación del Acuerdo de París y ha desarrollado una serie de instrumentos y medidas como la Política Nacional de Cambio Climático, el Sistema Nacional de Cambio Climático, el impuesto al carbono, además de las estrategias de reducción de emisiones, de adaptación al cambio climático y de deforestación, lo que demuestra el gran compromiso que tiene el país frente a temas definitivos para el futuro del planeta.
'El Acuerdo de París ha dado señales contundentes e inequívocas de la transformación que nuestras economías requieren. Estamos siendo testigos de una revolución en el sector energético irreversible, que moviliza grandes inversiones a lo largo del planeta para hacer la transición hacia un desarrollo bajo en carbono, mucho más en el caso colombiano donde estamos impulsando un nuevo modelo de desarrollo sostenible basado en nuestros recursos naturales', agregó Murillo.
Para Murillo esta decisión del Gobierno estadounidense debe convertirse en una oportunidad para fortalecer las alianzas existentes y promover nuevas estrategias a nivel nacional e internacional en la lucha contra el cambio climático.