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Con dos nuevas resoluciones, el ministerio de Transporte endureció los requisitos que debe acreditar toda persona que quiera obtener una licencia de conducción.

Desde el pasado 5 de mayo quedó establecido que quienes aspiren a manejar en las carreteras del país deberán, obligatoriamente, aprobar el curso que ofrecen las academias de conducción.

Lo anterior pareciera una obviedad, puesto que la legislación colombiana así lo establece, pero en la realidad material no se estaba dando cumplimiento.

De acuerdo con Jorge Londoño y Alejandro Maya (ministro y viceministro de Transporte, respectivamente), algunos Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) cobraban entre 50 mil pesos y $4 millones. 'Una de dos: vendían el diploma o lavaban activos', advirtió Maya en su momento.

Ante esta situación, la cartera de Transporte se vio en la obligación de expedir la Resolución 1208 de 2017. En ella se fijaron unas tarifas máximas (‘techos’) y unas mínimas (‘pisos’) para evitar que los CEA cobren más de lo debido.

'Estas medidas tienen por objetivo generar un cambio en la adquisición de toda nueva licencia de conducción; la cual pasa de ser un simple trámite a ser una proeza', explicó el jefe de esta cartera.

Así las cosas, por ejemplo, el curso de conducción para vehículo particular (B1) quedó entre 15 y 29 salarios mínimos diarios. Es decir, entre 368 mil pesos y $713 mil.

Conocida esta decisión, trascendió el malestar en los usuarios de redes sociales, que aseguraron que esos nuevos valores eran 'una forma elegante de robarle a la gente'.