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Un cáncer linfático le fue diagnosticado al ministro de Salud, Alejandro Gaviria, en las últimas horas. El jueves de la semana pasada Gaviria no pudo seguir 'mamándole gallo' a un 'insoportable' dolor abdominal y, casi que a regañadientes, se tuvo que ir a la clínica del Country de Bogotá, que, luego de practicarle un TAC le confirmó la grave noticia.

Y aunque para muchos, sumarse a la lista de quienes padecen esta enfermedad puede significar una tragedia, para Gaviria es solo de esas 'cosas que pasan'.

Alejandro Gaviria, quien nunca había sido hospitalizado -según contó-, y quien tiene en sus hombros las duras críticas de los usuarios que se quejan del servicio de hospitales y clínicas, ahora está enfermo e internado.

A través de una carta que publicó en su blog y compartió en su Twitter, titulada ‘Cosas que pasan’, Gaviria dio a conocer al país el suceso e insistió en que 'nunca había sido un paciente', pero ahora, 'todo eso cambió'.

Las peleas de Gaviria

Este ministro, que lideró la lucha para despenalizar el uso del cannabis medicinal y que declaró, paradójicamente, el interés público del Glivec -medicamento para el cáncer, enfrentándose a la industria farmacéutica-, pasará a ser un paciente más del sistema de salud y deberá someterse a sesiones de quimioterapia cada 21 días.

Gaviria ha protagonizado, además, polémicas por lo que para nadie es un secreto: su ateísmo.

Y fue precisamente ese ateísmo -reconocido abiertamente en su libro ‘Alguien tiene que llevar la contraria’-, el que le valió discusiones con su tocayo, el polémico exprocurador y ahora aspirante a la Presidencia Alejandro Ordóñez.

Su apoyo a la interrupción voluntaria del embarazo y a la adopción de parejas gais también lo han hecho blanco de críticas.

'Ahora recuerdo la pregunta de Christopher Hitchens, '¿por qué yo?'. También recuerdo su respuesta, '¿por qué no''. Esto no es un llamado, ni una prueba, ni un castigo, es una enfermedad con causas conocidas, pero, como siempre en el mundo de la complejidad biológica, con un halo de misterio', sentenció.

Y agregó: 'Tengo plena confianza en los médicos colombianos y en nuestro sistema. Mi tratamiento será estándar, sustentado en la evidencia, sin apuestas experimentales, ni medidas heroicas. Creo en la ciencia como toca: con vacilación y escepticismo moderado'.

Así mismo, el funcionario relata que los 5 años que lleva en la cartera de Salud lo han preparado para insultos, agravios y 'lo peor del corazón humano'.

No obstante, 'también me han dejado cientos de amigos. Al final es lo único que cuenta, el amor y el aprecio de la gente que uno quiere y aprecia'.

Finalmente, el funcionario promete 'cambiar un poco, ser menos contenido, un asceta con licencias frecuentes' puesto que sus amigos siempre lo tildaron de 'aburrido y cansón'.

'Pronóstico positivo'

En un comunicado la Clínica del Country informó que el ministro ya inició su tratamiento y permanece internado 'mientras se prepara para la siguiente fase de tratamiento'.

El médico Santiago López, vocero de la institución, dijo que Gaviria presenta un linfoma 'No Hodgkin difuso de células grandes en su estómago'.

Para su tratamiento se requieren seis ciclos de quimioterapia, con intervalos de 21 días, que se realizarán de forma ambulatoria en el Centro de Oncología de la misma institución, por aproximadamente cinco meses. 'El pronóstico de la enfermedad es positivo', puntualizó López.

Y, aunque el presidente Juan Manuel Santos insistió en que Gaviria, con permiso médico, permanezca en el cargo, de ser incapacitado deberá dejar el puesto y ser reemplazado por el viceministro de la Cartera, Luis Fernando Correa Serna.