El director técnico del Deportes Quindío, Alberto Suárez, fue agredido la mañana de este viernes en la antigua sede de la Federación Colombiana de Fútbol, en La Tebaida, por un grupo de barras bravas que llegaron hasta el lugar de entrenamiento para reclamar airadamente por la no consecución del primer torneo de la B.
Cerca de las 8:00 a.m. un grupo de ‘hinchas’, pertenecientes a las barras organizadas del Deportes Quindío en Armenia, irrumpieron en la sede habitual de entrenamiento del conjunto cafetero para insultar a los jugadores y uno de ellos, un menor de edad, se abalanzó contra Suárez y lo agredió físicamente.
Según el estratega, afortunadamente cerca a la sede se encontraba un policía, quien llegó de inmediato al lugar y, tras pedir apoyo, logró calmar la situación que en ese momento se tornó brusca con personajes armados con puñales que lanzaron serios improperios a jugadores y miembros del cuerpo técnico.
'Un grupo de jóvenes, supuestamente inconformes por los resultados del equipo, saltaron la puerta de la sede y se entraron a increparnos y a agredirnos, es un suceso infortunado porque ellos no tienen ningún derecho de hacerlo, más allá de que se llamen como se llamen o se pongan un escudo, su derecho es ir al estadio y exigir que el equipo juegue bien; pero agredir, nunca', dijo el técnico.
De acuerdo con Suárez, los mal llamados hinchas les reclamaron furiosamente por no haber logrado el título del Torneo Águila en el primer semestre, por la falta de refuerzos de primer nivel y por la anunciada partida de una serie de jugadores que fueron los bastiones del equipo en el presente campeonato.
El entrenador del Quindío se mostró muy molesto por lo ocurrido y mucho más por la agresión física de la que fue víctima. 'Fueron muy irrespetuosos, vino un ‘culicagado’ y me agredió, me pegó, no tiene por qué hacerlo; pero ojalá esto no se repita porque esto no es bueno para nuestro fútbol como lo ocurrido en Cali con las barras del América y Cali, el Gobierno Nacional deberá tomar acciones concretas'.
Finalmente, Suárez aseguró que un equipo de fútbol no puede trabajar bien con estos hechos y que no deberían ser necesarias medidas de seguridad. 'Si ellos creen que van a amedrentar a los jugadores toda la responsabilidad será de los líderes de las barras, pero seguro que con amenazas no vamos a jugar mejor. Ahora será Hernando Ángel el que tomará decisiones si seguimos trabajando fuera de la ciudad'.