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La Comisión Humanitaria que se trasladó al municipio de El Tarra, en Norte de Santander, ya hizo contacto con miembros del ELN a fin de buscar la liberación de los dos periodistas holandeses secuestrados.

El reportero Derk Johannes Bolt, de 62 años, y su camarógrafo Eugenio Ernest Marie Follender, de 58, fueron retenidos cuando se encontraban grabando para el programa de entretenimiento 'Spoorloos', que se dedica a buscar a los familiares y personas desaparecidas en otros países.

Los dos extranjeros fueron retenidos desde el pasado fin de semana y aunque el ELN no ha confirmado oficialmente su retención, el defensor del Pueblo Delegado, Sergio Villamizar, dice que estarían en manos del frente del ELN que comanda el cabecilla conocido con el alias de ‘Miltón’ que opera en esa región.

La Comisión Humanitaria que adelanta la labor está compuesta por miembros de la Defensoría del Pueblo, miembros de la iglesia Católica y líderes de la Alcaldía de El Tarra.

Según el Defensor Regional, se adelantan misiones de cordón humanitario para hacer la entrega formal de los holandeses, versiones preliminares confirman que los extranjeros recobrarían su libertad entre hoy y mañana.

Entre tanto, por solicitud de la Embajada de Holanda en Colombia se suspendieron los operativos militares en esa zona con el fin de facilitar la entrega de los dos profesionales a la misión humanitaria.

Por su parte la Delegación de Diálogo del Ejército de Liberación Nacional en la noche del martes emitió un comunicado en el que señalan que los hechos presentados en la mañana del domingo aún son materia de investigación.

COMUNICADO

Sobre la situación de los periodistas holandeses

Quito, Ecuador. Junio 20 de 2017

Desde que se conoció la noticia, esta Delegación procura ayudar a esclarecer la situación de las personas retenidas en el Municipio de El Tarra, Norte de Santander.

Se trata de una región atravesada por el conflicto armado; en ese contexto, la posibilidad de efectuar privaciones temporales de la libertad a personas desconocidas y ajenas a las comunidades, se corresponde con una actitud preventiva, de ejercicio de protección y seguridad, natural para cualquier fuerza insurgente.

Las dificultades propias del conflicto, y la ausencia en la zona de mecanismos rápidos de comunicación, hacen que aún no hayamos podido confirmar por vía interna la responsabilidad de la Organización en el hecho.

De ser esa la situación sabemos que, una vez hechas las averiguaciones pertinentes, es política del ELN velar por la integridad de las personas, garantizar la libertad de prensa y cumplir con la pronta liberación coordinada con la comisión humanitaria correspondiente. Para garantizar la entrega, la fuerza pública no debería interferir agravando la situación con operativos militares contraproducentes.

Delegación de Diálogo del Ejército de Liberación Nacional