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El Ministerio de Ambiente junto con la ONG de Conservación Internacional WWF, Fenalco, Acoplásticos y Asocars lanzaron la campaña Reembólsale al Planeta, la cual tuvo una gran acogida en todo el territorio y se espera siga generando resultados para que las bolsas plásticas sean usadas cuando son estrictamente necesarias.

En el caso del uso de la bolsa plástica, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió la resolución 668 del 28 de abril de 2016, mediante la cual se reglamentó el uso racional de bolsas.

Según la resolución, que entró en vigencia el 31 de diciembre de 2016, las bolsas menores de 30x30 deben salir de circulación y contar con capacidad suficiente para soportar más peso, así como con mensajes alusivos al reciclaje y al cuidado del planeta, de esta manera se logrará disminuir de manera gradual el uso de bolsas en los siguientes años, hasta llegar al menos el 60 %, con respecto al año base.

El objetivo del impuesto a las bolsas plástica, más que recaudar recursos, es desestimular su uso en los puntos de pago, con lo cual se espera reducir los impactos ambientales asociados con los residuos generados por las bolsas después de que dejan de usarse.

Aunque Colombia avanza en la gestión sostenible de los residuos sólidos, de la conciencia ambiental de los colombianos depende el éxito de todas las iniciativas impulsadas, tanto por el gobierno como por el sector privado y la sociedad civil.

'Hemos visto en el último año un cambio en el hábito de consumo con campañas como Reembólsale al Planeta, que sin duda tienen un impacto muy positivo a la hora de disminuir los impactos ambientales de residuos como el plástico', sostuvo el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo.

En lo corrido de este año, de acuerdo con la industria de plásticos, en Colombia se redujo en un 27 % el consumo de bolsas, dato registrado por ventas anuales en cerca de 80 empresas productoras de este material, con una totalidad de ventas por el valor de 475.000 millones de pesos aproximadamente.

A esta Resolución se suma el impuesto nacional al consumo de bolsas plásticas, contemplado en el artículo 207 de la Reforma Tributaria, que entra en vigencia el próximo 1 de julio. De acuerdo con la Ley 1819 de 2016, los establecimientos comerciales que entreguen bolsas, cuya finalidad sea cargar o llevar productos vendidos a sus clientes, deberán cobrar un impuesto de 20 pesos por cada bolsa. Esta tarifa se incrementará 10 pesos cada año, de manera que para el 2020 llegará a 50 pesos por bolsa.

Este impuesto se cobrará a aquellas personas que opten por recibir bolsas plásticas cuya finalidad sea cargar o llevar los productos adquiridos en establecimientos comerciales, incluyendo domicilios.

Según estimaciones de WWF y el Ministerio de Ambiente, un colombiano usa seis bolsas semanales, 24 al mes, 288 al año y 22.176 en un promedio de vida de 77 años.

El impuesto se recaudará al momento de la entrega de la bolsa. En todos los casos, en la factura de compra o documento equivalente deberá constar expresamente el número de bolsas y el valor del impuesto causado.

'Este impuesto, que se aplica en más de 127 países en el mundo, le apunta a una sostenibilidad ambiental que depende de la conciencia de cada uno de los colombianos', señaló Murillo.

De este impuesto están exentas las bolsas cuya finalidad no sea cargar o llevar productos en el punto de pago, las bolsas utilizadas como material de empaque de los productos pre-empacados, así como las biodegradables certificadas como tal por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y las bolsas reutilizables, que conforme a la reglamentación del Gobierno Nacional, posean unas características técnicas y mecánicas que permitan ser usadas varias veces, sin que para ello requieran procesos de transformación.

La tarifa del impuesto para aquellas bolsas plásticas que ofrezcan soluciones ambientales será del 0%, 25%, 50% o 75% del valor pleno de la tarifa, de acuerdo al cumplimiento de los criterios para el descuento o deducción del impuesto definido por Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Tres hábitos para el uso racional de las bolsas

1. Usar medios alternativos de empaque, es decir llevar las compras, siempre que sea posible, en la cartera, el morral, o bolsas reutilizables. Muchos almacenes ofrecen cajas para empacar el mercado.

2. Disminuir el uso de bolsas plásticas. Recibir las bolsas solo cuando sea estrictamente necesario, vencer la costumbre de recibir bolsas de manera automática. Este nocivo hábito nos está pasando factura.

3. Reutilizar las bolsas que ya tenemos. Una forma de disminuir el impacto que el uso del plástico causa en nuestro planeta es prolongando su uso. Al reutilizar una bolsa nos aseguramos de no tener que pedir una nueva.