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En las últimas horas fueron trasladados a la cárcel La Picota de Bogotá el ex Director de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, Luis Gustavo Moreno, y el abogado penalista Leonardo Luis Pinilla.

Los hombres estarán recluidos en el Pabellón de extraditables en el centro carcelario mientras se adelanta su proceso judicial.

Mientras esta información se daba a conocer, circulaba paralelamente una carta supuestamente escrita por Moreno y en la que pide perdón a su familia y al Fiscal General de la Nación por los actos cometidos.

'Pido perdón a todos los colombianos, a las personas que creyeron en mí ¡Sé que son muchas decepciones y no saben cuánto lo lamento! Señor fiscal Néstor Humberto Martínez, señora Vicefiscal María Paulina Riveros, colegas, apreciados fiscales, asesores, colaboradores, jueces y amigos en general, suplico de ustedes su perdón. Sencillamente caí, me equivoqué, y debo asumir las consecuencias de este grave error. Hoy sé que a cualquiera de nosotros le puede pasar, lamento haberme reunido con el investigador Alejando Lyons, sin embargo, ante las autoridades explicaré las razones de este fatídico encuentro…'.

Pinilla y Moreno fueron capturados por presuntos nexos con el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, según los cotejos de las autoridades ambos habrían recibido una suma considerable de dinero para ayudarle al exmandatario seccional a salir bien librado del proceso judicial que se le adelanta en Colombia.

Por su parte, el fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ordenó la revisión de los casos que supervisaba Moreno con el fin de verificar la transparencia de los mismos.

Moreno y Pinilla fueron capturados el pasado martes 27 de junio, y sobre ellos ya se adelanta un proceso de extinción de dominio en el que efectivos del CTI han encontrado propiedades en Colombia y en el extranjero.

Lea la carta completa:

'Padre perdóname porque no supe lo que hice'

Pedir perdón de corazón no es fácil, se debe hacer un juicio interno para entender en qué nos equivocamos y comprender el error, por eso desde mi encierro, en medio de todas las críticas, señalamientos y acusaciones, quiero pedirle perdón a mi mamá, a mi esposa y a mi amada hija, lo lamento muchísimo, me siento profundamente triste y avergonzado.

Como abogado estudié varios posgrados, fui profesor de distintas universidades, escribí algunas obras, y a muchos estudiantes, trabajadores, asesores, colegas, fiscales, jueces e importantes y destacados líderes de la opinión, miré a los ojos convencido de mis tesis jurídicas debatiéndolas en el ámbito académico y judicial. Litigué en varios e importantes casos y paralelamente le presenté mis investigaciones, tesis jurídicas y escritos al país. Algunas fueron criticadas, otras acogidas por la comunidad académica y los colombianos en general; desenmascaré carteles y puse en evidencia sensibles problemáticas de la realidad jurídica en Colombia.

Acepté el cargo como Director Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, convencido de mi responsabilidad, y por eso durante ocho meses combatimos la delincuencia organizada, alcanzando más de 47 aciertos; en poco tiempo logramos poner contra la pared y tras las rejas a distintas estructuras y organizaciones delincuenciales, entregamos importantes positivos a la justicia, y adelantamos investigaciones que hoy preocupan a muchos; todo esto de la mano del importante trabajo del grupo de fiscales e investigadores a mi cargo, a quienes extiendo petición de perdón.

Así mismo, pido perdón a todos los colombianos, a las personas que creyeron en mí ¡Sé que son muchas decepciones y no saben cuánto lo lamento! Señor fiscal Néstor Humberto Martínez, señora Vicefiscal María Paulina Riveros, colegas, apreciados fiscales, asesores, colaboradores, jueces y amigos en general, suplico de ustedes su perdón. Sencillamente caí, me equivoqué, y debo asumir las consecuencias de este grave error. Hoy sé que a cualquiera de nosotros le puede pasar, lamento haberme reunido con el investigador Alejando Lyons, sin embargo, ante las autoridades explicaré las razones de este fatídico encuentro.

Voy a colaborar con la justicia norteamericana y la justicia colombiana, el país, mi familia, los estudiantes, los líderes de opinión, periodistas, académicos, mis amigos, conocidos, colaboradores y quienes creyeron en mí, deben saber de mi arrepentimiento y mi vergüenza, lo lamento sinceramente. Espero que su trabajo y gestión no se vean afectados, ni se empañen por mi mal comportamiento, la culpabilidad moral y pública es toda mía.

Sé que me equivoqué y asumiré mi error, hoy sé que nadie camina la vida sin haber pisado en falso.

Finalmente, debo aclarar a la opinión pública que todos mis bienes fueron adquiridos producto de mi trabajo durante más de 10 años de ejercicio profesional, de la mano de un grupo de compañeros con el que demostramos la inocencia de cientos de personas haciendo uso de herramientas legales. Todos mis bienes fueron declaramos oportunamente con mi llegada a la Fiscalía General de la Nación ante el Sistema de Gestión Pública, la cual puede ser consultado por los colombianos, mis declaraciones de renta y pagos de impuestos serán puestos a disposición de las autoridades, demostrando su procedencia lícita. No me queda más que reiterar mi petición de pedir perdón a todos, en especial a mi esposa, que hoy se ve, tristemente, involucrada en este episodio en el que nada tiene que ver.

Luis Gustavo Moreno Rivera