El Consejo de Estado condenó a la Nación por la detención a la que se vieron sometidos tres integrantes del Ejército Nacional que fueron involucrados por la desaparición, tortura y muerte de la militante del M-19 Nydia Erika Bautista, en hechos ocurridos el 30 de agosto de 1987.
Se trata de los suboficiales Julio Roberto Ortega Araque, Luis Guillermo Hernández González y Mauricio Angarita, quienes fueron vinculados por la Fiscalía General de la Nación y detenidos por una medida de aseguramiento durante un lapso de cuatro y seis meses en 1996. No obstante, el 20 de enero de 2004, la Fiscalía les precluyó la investigación.
Los militares demandaron a la Nación en un proceso en el cual la Fiscalía defendió la detención al señalar que, en ese momento, había pruebas para vincular a los suboficiales en este crimen.
La Sección Tercera del Consejo de Estado declaró la responsabilidad de la Fiscalía en este caso, por detención injusta de la libertad, y ordenó pagar una indemnización de $14.754.340 para Luis Guillermo Hernández y Mauricio Angarita por concepto de perjuicios morales y de $43.951.790 para Julio Roberto Ortega Araque por perjuicios materiales y morales.
En este caso, en octubre del año pasado, la Corte Suprema de Justicia no accedió a la petición de la familia de Nydia Érika Bautista de reabrir el proceso penal en contra de esos tres suboficiales y el General en retiro Álvaro Velandia.
Igualmente, la Procuraduría General de la Nación había destituido al general Velandia en 1995, en un fallo que luego fue reversado por una tutela que falló el Consejo de Estado en 2011.
Bautista fue secuestrada en Bogotá el 30 de agosto de 1987 y su cuerpo fue encontrado 13 días después en zona rural del municipio cundinamarqués de Guayabetal. '(…) Cuya muerte fue causada por un proyectil de arma de fuego que penetró por el hueso occipital izquierdo de la cabeza, que fue inhumado en el cementerio de esa localidad como N.N., es decir persona sin identidad plenamente establecida', dice el expediente.
Casi tres años después de ocurridos estos hechos, el día 26 de julio de 1990, fue exhumado el cadáver de la mujer de aproximadamente 35 años de edad, y fue reconocida por Yaneth Bautista, hermana de Nydia Erika.
En la demanda de revisión, la familia argumentaba que el testigo principal, Bernardo Garzón Garzón, se retractó de sus señalamientos sobre que Bautista fue desaparecida por integrantes del Batallón Charry Solano y que gracias a este que se pudo encontrar el cadáver de Bautista.
El pasado miércoles, el Juzgado Sexto Penal del Circuito Especializado de Bogotá condenó a once años de prisión a Garzón Garzón, junto al Capitán (r) Camilo Pulecio Tovar y el Teniente (r) Gustavo Arévalo por la tentativa de homicidio, secuestro extorsivo y tortura en el caso de Guillermo Marín, exmilitante del movimiento M- 19; y ordenó sus capturas.
Para Yaneth Bautista, este esta sentencia es de suma importancia porque 'anula la retractación que hizo Garzón Garzón'.
'Esta sentencia se suma a otras proferidas en años anteriores, sobre los casos de Amparo Torres también desaparecida por la misma Brigada, sobre el caso del Palacio de Justicia', agregó.
En ese sentido, Bautista señaló que la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General deben adelantar investigaciones 'sobre el General Iván Ramírez Quintero y el general Álvaro Velandia Hurtado con base en que queda caída a retractación, que fue en la que se basó la absolución que recibieron en el caso de Nydia Erika'.