Los más de 1.000 ediles que asistieron el jueves y el viernes al XI Congreso Nacional de Ediles en Montería rompieron el protocolo mientras el vicepresidente Óscar Naranjo instalaba el evento en la mañana de ayer, para pedirle un salario al Gobierno nacional.
'Que nos paguen, que nos paguen', gritaron al unísono durante más de un minuto los líderes que representan a distintas regiones del país, en un evento que culmina este sábado en la mañana y que tiene lugar en el auditorio de la Asociación de Maestros de Córdoba, Ademacor, en el barrio Buenavista.
Entre tanto el vicepresidente Naranjo no quiso aventurarse a entregar una respuesta que comprometiera al Estado, frente a la solicitud de los ediles.
'Estoy seguro que el país los ha escuchado, que el Gobierno y el Congreso los han escuchado, pero quiero ser responsable, no voy a prometer aquí mi palabra para luego defraudarla, claro que entre todos podemos, pero digo con humildad que no voy a prometer como vicepresidente, sostuvo Naranjo en respuesta inmediata a la solicitud.
Insistió Naranjo en que el Gobierno se ocupará para que el liderazgo de los ediles sea protegido, fortalecido y determinante en la construcción, desde los territorios.
'Nos ocuparemos para que a partir de este congreso las distintas instancias del Estado nos ocupemos de revisar en profundidad esas conclusiones, pero no podemos ofrecer lo que no podamos cumplir', precisó Naranjo.